¡Me las quitan de las manos!

En el columnismo, el dato es como el hueso de espinazo en el cocido: sustancia y trabazón argumental para dar consistencia al producto final. Por lo tanto, permítanme que antes de entrar en otras consideraciones les aporte un par de datos: las dos últimas propuestas en materia turística del Grupo Municipal del PSOE en Almería han sido: 1) usar los gatos callejeros como reclamo para atraer turistas y 2) abrir un mercadillo los sábados por la tarde, en verano, en la explanada del antiguo recinto ferial. Menos mal que los socialistas almerienses han hecho algo para corregir el desprecio de la Junta de Andalucía con Almería al excluirla de ese eje de ‘Turismo VIP’ que el Gobierno de Susana Díaz está impulsando entre Sevila, Granada, Málaga y Córdoba. Que la autora de ambas propuestas sea la concejal Inés Plaza es ahora lo de menos. Los grupos tienen muy bien estructurado el reparto de tareas y los socialistas almerienses son para eso tan minuciosos como lo eran los Hermanos Calatrava: uno para cantar y otro para apostillar. Pero no les quiero hablar del preciso reparto de asignaciones en ese grupo, que es algo que ni nos va ni nos viene, sino del extraordinario desarrollo turístico que viviría Almería si la gestión municipal dependiese de los socialistas. Imagino, eso sí, que habría una fuerte tensión diplomática con la embajada de Tanzania en España, que acabaría protestando formalmente por el declive de los safaris fotográficos, ya que media Europa estaría haciendo cola en el Espigón del Gato para captar ese momento de naturaleza salvaje que sería ver a los gatos almerienses maullando a una raspa. A la mierda los leones del Parque del Serengueti. Y qué decir ya de ese mercadillo veraniego los sábados por la tarde, con la fresquita, con cientos de turistas disfrutando, entre lipotimia y lipotimia, de la posibilidad de adquirir lotes de tres bragas –a elegir- a cinco euros. Hay ocurrencias y ocurrencias. Y concejalas y concejalas, pero es que a algunas… ¡me las quitan de las manos!