Avanzada la segunda mitad del siglo XIX comienza a considerarse que, aunque la misión de la mujer es cuidar de los hijos y el marido, la educación e instrucción puede prepararla para cumplir la tarea de formar ciudadanos y constituir un apoyo para maridos modernos. Mientras en España, en periódicos y revistas, se polemiza sobre la capacidad de la mujer para el conocimiento y para ejercer una profesión llegan noticias de otros países donde algunas mujeres comienzan a conseguir el grado de Bachiller e, incluso, acceden a la Universidad. Vemos algunas pioneras:
María Isidra Quintina de Guzmán y de la Cerda (Madrid, 31 de octubre de 1768 - Córdoba, 3 de febrero de 1803), fue la primera mujer que ostentó en España el título de doctor y la dignidad de académico de la lengua, curiosamente sin haber estudiado en la Universidad. Su nombre es habitualmente citado como María de Guzmán (con el que se la recuerda con una calle en Madrid) o como Isidra de Guzmán (con el que se la recuerda con un instituto de secundaria en Alcalá de Henares). Con el apelativo de doctora de Alcalá se la tiene presente en un colegio de primaria de esa ciudad. Con autorización del rey Carlos III, 6 de Junio de 1785, contando 17 años, tras examinarse es nombrada doctora y maestra en la Facultad de Artes y Letras humanas, además de investirla como Catedrática de Filosofía en un acto en el que se suprimió el abrazo que el rector y los doctores debían darle en señal de fraternidad, se supone que por motivos de “decencia”. El Claustro de la Universidad de Alcalá acuñó incluso una moneda de plata en su honor.
El 8 de marzo de 1910, la Gaceta de Madrid publicó una Real Orden del Ministerio de Instrucción Pública permitiendo por primera vez la matriculación de alumnas en todos los establecimientos docentes. Este importante hito en el avance hacia la igualdad fue posible por la tenacidad y decisión de algunas mujeres.
Concepción Arenal, (1820-1893) En 1841 entra, contra la voluntad de su madre, como oyente en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid vistiendo como aquella primera mujer universitaria de Cracovia, ropas masculinas, puesto que en la época la educación universitaria estaba vedada a las mujeres. Concepción Arenal está considerada como una de las más grandes escritoras gallegas.
La presencia de mujeres en la Universidad española durante el siglo XIX es, por tanto, prácticamente anecdótica y, además, parte de las alumnas consignadas en ellas, no acabaron la carrera. Continuaremos…
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/134369/incorporacion-de-la-mujer-a-la-universidad-2