18 de Julio, 81 aniversario del golpe de Estado que provocó una -nueva- guerra civil, casi 600.000 muertos, miles de exiliados, miles de represaliados, señalados y en 2017 -casi un siglo después- unos 114.000 desaparecidos.
Ciertamente son muchas víctimas, muchas ellas como otras víctimas, las de ETA, de un tiro.
Supongo entonces que los partidos políticos y políticos patrios que hace días pedían que TODOS estuvieran en sus homenajes a Miguel Ángel Blanco, estarán hoy de acuerdo en ofrecer su “homenaje” y su repulsa al golpe de estado y sus víctimas ¿No?
Tengo mis dudas porque la mayoría se van por los cerros de Úbeda si se le pregunta, esos a los que se llenan la boca con la palabra ‘demócrata’, a esos y esas habría que buscarles otra denominación, por ejemplo, hipócritas.
Primero, porque los muertos violentamente son todos iguales, murieran hace 80, 50 ó 20 años, el argumento de mirar hacia el futuro y de no reabrir las heridas del pasado es una falacia ¿O es que también cuanto más pasado menos valor tienen? ¿A partir de qué año prescribe esto?
Segundo, homenajear a las víctimas en una democracia en condiciones conlleva no hacer distinciones, sean de donde sean, pero resulta que unas sí merecen reparación y homenaje y a otros ni buscarlos. Tienen la pinta que unos muertos tienen más valor que otros ¿Las víctimas del Franquismo son menos que las de ETA? ¿Dónde está la distinción? ¿Quizás es ideológica?
Tercero, se jactan de incumplir la Ley de Memoria, se jactan de no poner un euro, se jactan de incumplir por la tanto las leyes, entonces ¿Por qué les molesta cuando otros quieren saltárselas? ¿También hay leyes de 1ª y 2ª según su ideología?
Cuarto, poniendo el ejemplo del Ayuntamiento de Guadalajara -del PP con apoyo de Ciudadanos-, hagamos un ejercicio de comparación, si cobrar una tasa de 2000 Euros por exhumar una tumba de un represaliado por orden de una jueza argentina (poder judicial, separación de poderes...¿Les suena?) no es nada ideológico y seguir manteniendo desde hace 40 años con nuestros impuestos la tumba de un dictador, tampoco ¿Me puedo negar entonces a pagar impuestos de los que entre otras cosas sale esa partida para el Valle de los Caídos? ¿Verdad que no?
Señores, no es una cuestión de malos y buenos, el problema es aprovechar a determinadas víctimas para obtener rédito político, los mismos que luego piden olvidarse de otras para no politizar, al final es una cuestión de hipócritas que cobran de nuestros impuestos con una ética de segunda para alzarse con los homenajes a los suyos -como si fueran su patrimonio- y que les molestan, hoy todavía 114.000 víctimas de segunda.
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