Hemos cumplido

Hemos cumplido. Solo hace un año pocos daban crédito al objetivo irrenunciable de reiniciar una obra que tras muchas vicisitudes: decisiones municipales erróneas; la paralización de los trabajos por falta primero de disponibilidad de los suelos y después de reprogramación por razones económicas; concluyó, como no podía ser de otra manera, en la confianza recíproca entre el Ayuntamiento de Roquetas que debía retomar las expropiaciones de los suelos a los que se vinculó libre y voluntariamente en su momento, y el Gobierno andaluz que comprometió, a pesar de la situación económica, 22 millones de euros para completar en poco más de 12 meses el recorrido de 7 kilómetros que tienen, desde su puesta en marcha esta semana, un impacto social y económico en el territorio sin parangón.
Quienes hemos frecuentado el municipio roquetero sabemos perfectamente que la ubicación de centros comerciales a orillas de la carretera de Alicún sin accesos directos fue una mala decisión. Cosa que por cierto bien podría remediar el consistorio roquetero habilitando un tercer carril desde la nueva glorieta de carretera de Alicún que recoja los tráficos de uno de los enlaces de la variante hasta el parque comercial.
Roquetas de Mar ha dejado de ser un pueblo de 30.000 habitantes para convertirse en una ciudad de 100.000 personas con una significativa dispersión urbanística y un crecimiento desmesurado en temporada estival. Obviamente la puesta en marcha de la autovía variante y su penetración directa a las urbanizaciones a partir de septiembre supondrá un antes y un después en la movilidad de una población que por su proximidad a la capital trasciende del propio término municipal.
Por este y otros motivos se me antoja de extremada necesidad que el Gobierno de la Nación acometa sin mayor dilación proyectos que guardan el sueño de los justos desde hace tiempo, y a la par que los displicentes diputados del Partido Popular con la Junta de Andalucía sean igual de beligerantes con el Ministerio de Fomento.
Urge acometer un nuevo enlace de entrada y salida a la A7 en el término municipal de Vícar con la variante de Roquetas de Mar que resuelva el cuello de botella de Viapark. Urge acometer la construcción de un tercer carril en la A7 que dé mayor seguridad vial a un tramo de concentración de accidentes debido a su intensidad media diaria y al alto volumen de tráfico pesado procedente del Campo de Dalías.
Y urge acometer la construcción de un enlace a distinto nivel en la confluencia de la A7 con la A92 en Viator que distribuya los tráficos que lamentablemente resuelve una “triste” glorieta.
Resueltos los problemas por carretera entre el área metropolitana de Almería y Roquetas de Mar, entonces sí, podremos hablar de otras modalidades de transporte.