España y Almería tienen sed

… Y toda la Europa mediterránea. Por poner un ejemplo revelador, en Roma hay restricciones de ocho horas cada día: hospitales, monumentos (la famosa Fontana de Trevi, por todos), ciudadanos, agricultura...
Lo trágico es que en España llevamos más de un siglo hablando de las soluciones a nuestros problemas hídricos y, lejos de solucionarlos, los agravamos. Si cuando éramos un Estado-nación fuimos incapaces de llevar a cabo el Plan Hidrológico Nacional de 2001, ¡qué posibilidades hay ahora con España nación de naciones…!
En el siglo XIX el aragonés –cosa curiosa- Joaquín Costa defendió la necesidad de distribuir el agua a toda la España peninsular, a través de Planes Hidrológicos y Trasvases - “una verdadera empresa nacional capaz de rehacer la geografía de la Patria”- como bien público y recurso imprescindible para el desarrollo agrícola e industrial.
Su Plan fue reactivado en 1932 por Indalecio Prieto,  Ministro de Obras Públicas de la República, con su “Plan Nacional de Obras Hidráulicas”, en el que se decía “sus aguas limpias serán, recordando la letra poética costista, su sangre, su rocío y su oro, el camino de la liberación y de la riqueza colectivas.”
El franquismo realizó algunos de sus embalses y trasvases, como el Tajo-Segura, aprobado en 1967 e inaugurado en 1979.
 En 1993, el último Gobierno de Felipe González, siendo Ministro de Obras Públicas José Borrell, aprobó un Anteproyecto de Plan Hidrológico que preveía una “reconstrucción geográfica mediante un «Sistema de Equilibrio Hidrológico Nacional, desde la Cuenca Norte (Asturias) hasta la del Sur (Almería), pasando por el Duero, el Ebro, el Tajo, el Guadiana y el Guadalquivir.”  José Bono  lo calificó de “disparate de política “grantrasvasista”... Quería hacer de España un queso gruyer, lleno de túneles y acueductos” 
El Gobierno de Aznar aprobó en junio de 2001, el Plan Hidrológico Nacional, cuya principal actuación  era el Trasvase del Ebro, destinado a trasvasar agua de dicho río al Levante español, desde Barcelona hasta Almería, “en cantidad, calidad, tiempo y precio aceptables.” 
Sin embargo, el primer Gobierno de Zapatero –necesitado de los votos del PSC y de defender a Maragall de Carod Rovira, de ERC- con la superecologista Cristina Narbona de Ministra de Medio Ambiente, modificó dicho Plan  y suprimió el Trasvase, sustituyéndolo por 22 por desoladoras desaladoras, mediante el proyecto A.G.U.A. 
¡Y se lió una carajera apotósica: el PSOE? hizo bueno el famoso verso de Lope de Vega “como lo paga el vulgo es justo hablarle en necio para darle gusto”, y tuvo tres discursos distintos, y enfrentados entre sí, en función del escenario: en Europa, en Cataluña y Aragón, y en Almería. 
Unos, entendieron el Plan Hidrológico como una cuestión solidaria de Estado; otros, como una mera bandería partidista. 
¿Recuerda Vd., el viaje apresurado del Presidente de la Junta de Sevilla, Chaves, para “recolocar” su primera piedra, que horas antes había colocado Aznar, Presidente del Gobierno de España? ¿Y lo de Alfonso Guerra y los Picos de Europa? ¿Y cuando el Grupo socialista en el Ayuntamiento de Almería manifestó “nuestro apoyo unánime al PNH y al Proyecto del trasvase del Ebro” y votó sí, el 7 de octubre de 2003, a la siguiente propuesta: “El Pleno de esta Corporación manifiesta su apoyo al Plan Hidrológico Nacional para garantizar el desarrollo sostenible de la provincia de Almería, y el futuro y bienestar de todos sus ciudadanos”.
Escribí entonces que “política, social y moralmente es inadmisible que mientras el Ebro desperdicia en el mar, al año, 12.630 hectómetros cúbicos de agua de todos los españoles, los pantanos de Almería sólo tengan lodo, cuando bastarían cien horas, el 1’34% del agua desperdiciada para llenarlos.” 
Hoy, lo sigo pensando, con la diferencia de que sin el nocivo Zapatero –en tantas cosas, entre otras, el problemón que creó en Cataluña, ahora efervescente, con su Pasqual [Maragall], aprobaremos el Estatuto que apruebe el Parlamento catalán sin quitarle una coma”-   el Trasvase ya estaría abasteciendo a todo el Levante español. Hoy, algunas desaladoras –de las pocas construidas-, como la de Vera, han sido arrastradas por las riadas. 
Va a tener razón el poeta: “nuestras vidas son los ríos / que van a dar en la mar / que es el morir...”
Almería no es, ya, el único desierto de Europa, con la poca agua que queda en sus acuíferos salinizándose. Toda la mediterránea se está desertizando.
    ¡Y pensar que Juan del Águila –Juan del Agua- siempre dijo que “el tratamiento que requiere el agua en la provincia debería ser el de una economía de guerra.” 
Se ve que nos hemos hecho pacifistas.

Crece el empleo

Aún  es la más grave enfermedad de España, pero  el enfermo responde al tratamiento: de los 5.965.400 desempleados de 2012, el 26’02%, ha bajado a 3.914.300, el 17’2%.
La cifra es aún horrorosa, y duplica la tasa europea, pero la mejoría es constante.
Sin embargo, me preocupa y entristece que en Almería haya aumentado el paro en 5.200 personas y, la tasa, hasta el 23’03%, alejada de la española -17’2- y acercándose a la andaluza: el 25’24
Recuérdese que antes de la crisis Almería tenía pleno empleo.

No la podría hacer riojana

...respondió Rajoy al abogado que le censuró que su respuesta “es gallega”, durante su comparecencia como testigo –no investigado,  ojo- ante el Tribunal de la Gurtel.
El Presidente del PP cumplió con su obligación de acudir como testigo, aunque no entiendo que se le impidiera testificar por videoconferencia y se le obligase, así, a sufrir el linchamiento mediático/político propiciatorio para que Sánchez e Iglesias pidiesen, absurdamente, su dimisión. ¿Por cumplir con su deber de ciudadano acatando la ley?

Nacen dictaduras

Él mundo –y nosotros, claro- asiste impasible al espectáculo de la transformación de democracias en dictaduras.
Hace justo un año, fue el autogolpe de Erdogán en Turquía, derivado en un akelarre dictatorial imparable que, por razones geopolíticas, se le consiente.
Estos días, Polonia está anulando la independencia judicial. Tampoco hacemos nada.
Y hoy, en Venezuela, que vive un baño de sangre, puede consumarse el madurazo  o iniciarse una guerra civil.
... Y la ONU y las potencias ven, callan y otorgan.