Cabo de Gata, playa sin patria

Existen aspectos que aún hay que pulir y mejorar aún más en Almería en lo que concierne a ‘Salud’. 
Hace dos días, por ejemplo, hablaba en mi perfil público de red social a propósito de la falta (aún enorme) de control en cuanto a medidas de higiene y de manipulación de alimentos en diversos puestos del recinto ferial municipal.  Es cierto que la competencia es tanto de las diferentes administraciones como de los mismos ciudadanos, y éstos últimos se la están saltando y bien a la torera, pero son las primeras filas también las que tienen que velar en toda la medida posible por el cumplimiento de los últimos. 
Podría ubicarme perfectamente en mi anterior viaje de hace escasas semanas, a Tavira (Algarve - Portugal), o hacia donde ustedes prefieran y sin ir tan lejos; y es que en dichas playas, por ejemplo, disponen de bastantes contenedores, y de otros recipientes similares, de recogida/depósito selectivo de basuras en las mismas líneas de playa, y no solo un tipo de contenedor ‘generalista’ a cada ciertos metros. Y ahí están, ‘salpicando’ con su preciosa bandera azul, y eso que no tenemos nada (nada) que envidiarles en cuanto a aguas cristalinas, temperatura de las aguas (evidentemente tan fría en aquellas zonas), servicios complementarios, o tránsito turístico. A añadir que allí disponen de carteles informativos-educativos adjuntos, ausencia que nos está ayudando aún más a mantener el arrojo o abandono de basuras en las mismas playas y zonas periféricas (como las 8 botellas de cerveza, las servilletas - riesgo de incendio incluido - o incluso los condones que pude presenciar en uno de los arcenes de la carretera de Cabo de Gata hacia Las Salinas)...sin exagerar nada...
El otro día vi en una cadena local de televisión una opinión a modo de propuesta de una de las concejalas del Excmo Ayuntamiento de Almería, algo que “quizá” podría parecer utópico, desmesurado, excesivo o aparatoso y que, en mi opinión compartida, no lo es en absoluto: penalizar a los ciudadanos y turistas infractores con sanciones integradas de servicios para la comunidad...Es decir, “si la haces, no solo la pagas, sino que ayudas a deshacerla”. 
Creo humildemente que algunas de estas conductas se erradicarían en buena medida, pero solo si se cumplen, claro está... porque de normativas, y protocolos preventivos, a veces andamos sobrados. La cuestión es asumir que, cuando algo no funciona, o apenas funciona, hay que modificarlo.  La barriada de Cabo de Gata mismamente dispone de unas playas paradisiacas; unas playas que precisan de mayor control y vigilancia conjunta, y también de un plan de conservación general mucho más estricto del que aparentemente existe...y a quien la haga, lo dicho, que la pague y la deshaga...
Mientras tanto, a rezar al mar...