Los Coloraos en la Feria de Almería

Pedro Mena Enciso
23:07 • 28 ago. 2017

En estos días ha surgido nuevamente el debate: ¿hay que trasladar el 'pingurucho' de la Plaza Vieja? Desde Almería en el Tiempo recordamos aquel  24 de Agosto de 1824, momento en que fueron fusilados por la espalda y de rodillas, de forma inhumana y denigrante, bajo la acusación de traición a la patria, 22  soldados cuyo único delito se llamaba libertad. Nos acercamos a su historia con la lectura de  “El Colorao no es Rojo” obra fruto de la investigadora  Mª Carmen Ravassa. Acierta nuestra colega al calificar a esa España sumergida bajo el yugo absolutista de Fernando VII donde nuestros protagonistas dieron su vida por amor a la libertad. Es verdad que se llamaban Coloraos por las casacas rojas del ejército inglés, pero que nada tienen que ver con los conocidos como rojos en nuestra última guerra incivil. 
 En honor a este grupo de “Mártires por la Libertad” provenientes de Gibraltar, se levantó el célebre Pingurucho que, como todos sabemos, fue destruido cuando en 1943 Franco visitó Almería y quedaron prohibidos los homenajes hasta que en 1987 el Alcalde Santiago Martínez Cabrejas fue testigo de la reposición del monumento en la Plaza Vieja. A partir de ese 24 de Agosto, cada año se hace un acto conmemorativo. Como dice Carmen Ravassa, estos sucesos forman parte de un período genuino de la historia de nuestra ciudad. Me llama la atención la portada del libro que contiene la Casaca roja del ejército inglés  y los colibrís, esos pájaros que, como los espíritus libres de los coloraos, no pueden vivir prisioneros en la jaula. Ellos, llegaron a Almería en barco para cantar con la Marsellesa y el himno de Riego por la liberación contra las cadenas del absolutismo. 
Tuvieron un trágico final, propio de una época donde las palabra romanticismo, libertad y patria estaban muy unidas. Es el momento en que los sentimientos a favor de la libertad individual minimizando la intervención estatal están a flor de piel. Nuestros héroes fueron fusilados en la Rambla Belén cuando hablaban de Cortes, Constitución de 1812 y respeto a los derechos de las personas sin distinción. Porque es mirando la libertad como podemos abrir la puerta de la justicia, es decir, del respeto a la ley del pueblo que hemos conquistado a lo largo de siglos de combate contra la imposición de las minorías. Los Coloraos pretendían liberar al pueblo de la cadenas del analfabetismo y la miseria dándole la palabra para conseguir salir de la minoría de edad a través de la educación y de la igualdad de oportunidades. 


 







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