Ya tenemos a los tres candidatos en carrera para dirigir el PSOE

Juan Torrijos
23:38 • 07 sept. 2017

Es de imaginar que los tres, Teruel, Navas y Olmos obtendrán los avales necesarios como estar en la partida final. No solo por lo que se juegan ellos, sino lo que se juegan algunos de los llamados históricos en el socialismo almeriense. 
Nombres como el de José Antonio Amate o Fernando Martínez por un lado, Antonio Bonilla por otro o toda esa pléyade de delegados de la Junta que pueden quedar a la altura del betún. Históricos por la renovación o la vuelta del guerrismo, grandes agrupaciones por un partido ganador y delegados por mantenerse en el machito del poder. Los tres colores que se van disputar la secretaría general del que fuera partido coloso en nuestra provincia. Todos quieren al final lo mismo: Ganarle al PP las elecciones. O por lo menos es lo que dicen. Lo cierto e importante en política es que gane el sector de tu partido en el que te has alineado, de no ser así, las sombras del ostracismo caerán sobre tu carrera política, y no se sabe por cuánto tiempo. “Hay que ganar” se dicen los tres, y luego todos unidos a ganarle al PP. No es mala intención, si después son capaces de llevarla a cabo, pero mucho me temo que las rencillas entre las tres facciones han pasado de lo políticamente correcto, y llegarán las albaceteñas, las venganzas y las aceras para algunos perdedores. Es la ley de la política, o por lo menos de la política que se practica por esta piel de toro nuestra.
Cuesta trabajo creer la división entre Teruel y Navas. ¿Ha permitido Susana Díaz poner en peligro la secretaría general del partido en Almería? ¿Sabe lo que sería para ella que el candidato de Sánchez, ante la división de los que dicen defender su proyecto, el de Susana, se hiciera con la victoria en la provincia? No sé ustedes, pero a lo largo de los últimos años no he oído ni una queja política entre los hoy rivales, por lo que no deja de extrañar la postura adoptada por el señor Navas. ¿Alguna carta oculta, un as en la manga? Es lo único que se nos ocurre ante lo que parece el suicidio político de uno de los dos. ¿No será una estrategia para que Olmos no consiga los más de mil avales que necesita? Es posible, pero si así fuera, y se sabrá, habrá marcado políticamente a los dos candidatos de Susana y no para bien. 
Las trampas en políticas no son buenas consejeras. Pero no adelantemos acontecimientos.







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