Comienza el curso: ¿con Verdiblanca?

Ha comenzado el curso, y nos encontramos ante la sorpresa de que la Asociación de Personas con Discapacidad “Verdiblanca” ha recurrido al Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales de la Junta de Andalucía porque no ha conseguido la prestación del servicio integral de limpieza y servicio de mudanzas en las dependencias de la Universidad de Almería, a la que se volvieron a presentar. ¿Qué supone que se le dé la espalda a un colectivo como la Verdiblanca, una institución como la Universidad de Almería?
Verdiblanca y la Universidad de Almería han convivido siempre en simbiosis. En mi imaginario universitario forman parte del paisaje humano que ha ido evolucionando en los más de veinticinco años que lleva en la UAL. Sus trabajadoras son parte de su paisaje humano, de su identidad y su responsabilidad. A la vez que ha crecido la Universidad de Almería ha ido creciendo la asociación. Más de noventa trabajadoras dan más visibilidad sobre la discapacidad que cualquier otra acción en la ciudad. Noventa trabajadoras que conviven y comparten espacio con dieciséis mil universitarios, entre alumnado, personal docente y resto de trabajadores. El trato siempre ha sido como la de una gran familia. La gente valora el trabajo más allá de la discapacidad, lo valora por sus habilidades y capacidades como colectivo, y su implicación siempre ha ido un paso más de lo que estaba en contrato: si se ha tenido que achicar agua, se ha hecho (esto es literal). Como se suele decir: Todas a una. Esta simbiosis entre ambas, entre otras cosas, se ha traducido en programas de voluntariado, apoyo a cursos, jornadas, convenios de prácticas de empresas para: Fisioterapia, Trabajo Social, Educación, Psicología, Empresariales, Derecho, etc. 
La asociación, que tiene más de 36 años, lleva más de 30 años como Centro Especial de Empleo, y esta decisión de la UAL, que debiera de estar en la vanguardia en el pensamiento y en las acciones para este momento de la Historia, tiene que apostar también por lo social y lo local, pone en riesgo que dejen de ser Centro Especial de Empleo, en el que el más de 70% son personas con discapacidad, teniendo que despedir a personal y la consecuente pérdida de apoyo de la Junta de Andalucía, como por ejemplo, con las subvenciones para contratación de personal. Verdiblanca es una empresa con carácter social y no lucrativo. Las ganancias van destinadas para proyectos sociales, por lo que si dejan de ser Centro Especial de Empleo no serían posibles. También se destinan a los proyectos sociales las cuotas de las personas asociadas y las subvenciones. Verdiblanca, en 36 años de andadura, se ha convertido en una empresa almeriense, en la que el 78% de la plantilla son mujeres, llevando a cabo servicios de baja cualificación, con la dificultad que esto conlleva para la incorporación del mercado laboral. Tienen una bolsa de trabajo de más de trescientas personas a las que se les va mejorando el Curriculum vitae con cursos de formación. Más de 300 asociadas y más de 500 personas trabajando en Almería, Granada y Sevilla, en el que el sector de la limpieza es un gran nicho laboral para estas personas. 
La  dignidad en lo social tiene que ir de la mano de la solidaridad y no de la caridad. Hay que velar por lo social y los colectivos desfavorecidos, desde el sector público sobre todo. Verdiblanca está presente en la Autoridad Portuaria de Almería, Diputación de Almería, Centros de Educación de primaria y secundaria, y en Ayuntamientos como Roquetas de Mar y Almería. Está también presente en los principales contenedores culturales de la provincia: Alcazaba, Museo Arqueológico, Biblioteca Villaespesa, Auditorio y Escuela de Música de Roquetas, Centro Andaluz de la Fotografía e Instituto de Estudios Almerienses.
En la Universidad de Almería, se estaban rompiendo las barreras mentales con las personas con diversidad. Esas barreras quizás sean las más importantes, porque también son causa de las otras, como las físicas, arquitectónicas, etc. Se ha convertido en un espacio donde se da valor a lo social y a los colectivos desfavorecidos, a la inclusión y diversidad en el paisaje humano. Tiene que tener un compromiso social y no solo centrarse en el desarrollo curricular. Debe de ser un lugar generador de ideas, de acciones y valores que estén a la vanguardia de esta sociedad en la que nos ha tocado vivir. ¿Qué valores defiende la Universidad de Almería si prescinde de lo social y lo local? Otro mundo es posible y hay que apostar por ello.