No siempre es oro todo lo que reluce ni la identidad de las nominaciones de algunas calles siempre responden a la realidad que aparentemente reflejan. Dichas reflexiones deberían tenerse en cuenta cuando de la exigencia del cumplimiento de la normativa legal se trate o antes de realizar cualquier pronunciamiento sin haber buceado suficientemente en el recomendable y necesario proceso de documentación. Es decir, antes de tirarse a la piscina es conveniente constatar fehacientemente que hay suficiente agua para evitar romperse la crisma en el primer chapuzón. Es lo que le ha ocurrido al senador de Compromís Carles Mulet García, quien tal vez por no haberse documentado debidamente ha quedado en evidencia ante el municipio zamorano de Rionegro del Puente.
Resulta que por mucho que una calle o una plaza se llame de José Antonio no hay por qué identificarla con el líder de la Falange, y a esa idea se ha aferrado el alcalde de Rionegro del Puente, socialista y de nombre José Antonio Colino, para defender que las calles que llevan ese nombre en su pueblo no atentan contra la Ley de Memoria Histórica ni tienen "ninguna connotación franquista". Y todo porque la plaza y la calle de José Antonio se denominan así, sin apellidos ni cualquier otro dato que identifique al homenajeado, por lo que la deducción de que son calles dedicadas a José Antonio Primo de Rivera quedan, según el alcalde, para el imaginario de cada uno.
El senador del grupo valenciano Compromís ha requerido al Consistorio rionegrero para que en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica cambie la nominación de ambas calles. A raíz del requerimiento, el regidor de Rionegro ha indagado en los expedientes de las vías cuestionadas y no ha encontrado ninguna documentación ni en las bases de datos del Instituto Nacional de Estadística ni en el archivo del propio ayuntamiento que corroboren que los referidos espacios urbanos están dedicados al fundador de la Falange. El alcalde así lo ha explicado al parlamentario valenciano, al tiempo que le ha sugerido la posibilidad, si acepta, de poner su nombre a la plaza cuestionada, dado su interés por el callejero del pueblo zamorano . El senador ha montado en cólera, ha calificado al edil de filofranquista y a la respuesta de impertinente, al tiempo que ha solicitado al PSOE que llame al orden a su alcalde. El regidor ya ha anunciado que la plaza se llamará del Santuario, en honor a la Virgen de la Carballeda, patrona de la comarca, y dentro de su particular razonamiento ha asegurado que si la nominación de ambas vías hubiera sido la de José Antonio Primo de Rivera ya estarían cambiadas desde hace mucho tiempo; y no sin cierta lógica ha afirmado que “José Antonio a secas puede ser cualquiera, hasta yo mismo”. Tampoco es mala sugerencia, ni digo yo la de que la calle reconozca a todos los tocayos del primer edil zamorano. En cualquier caso, la razón última radica en el hecho erróneo de bautizar calles sin apellidos.
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