Alexis, María Jesus y Gabriel, ¿tres nombres para una defunción?

El PCA en su momento e Izquierda Unida en los últimos tiempos, asumieron la defensa de los valores e ilusiones de una izquierda a la izquierda del Partido Socialista. Entre pactos, errores y sopas de letras fueron perdiendo unas señas que vino a recoger el partido morado de Podemos, con el que se presentó en coalición en las pasadas generales. En conversaciones anda para una colaboración más amplia en el futuro, si a ello unimos que algunos antiguos líderes están en la formación de un nuevo partido, no se entiende mucho el futuro que tiene la actual IU. En Almería, el domingo se reúnen los “últimos de Filipinas” en un intento de mantener la vieja y necesaria ilusión tras ver las últimas escabechinas que vienen haciendo los morados con sus propios militantes, especialmente aquellos que no están de acuerdo con Pablo Iglesias.
Antes de hablar del futuro quiero dejar constancia del gran talante que ha demostrado a lo largo de estos años Rosalía Martín, la mujer que dice adiós en el cargo de jefa de IU en nuestra provincia. Con las diferencias que siempre se dan entre los que escribimos y los políticos, a lo largo de estos años he mantenido una entrañable amistad con Rosalía, lejana pero presente. A seguir luchando por una ilusión.
María Jesús, Alexis y José Gabriel se disponen a partir del próximo domingo a dirigir uno de ellos, si así lo deciden los militantes, IU. ¿Qué IU? ¿La que se ve cada día más cercana y hasta es posible que fagocitada en unos meses por Podemos? El papelón que ha llevado a cabo Alberto Garzón a nivel nacional no creo que le guste a ninguno de los tres almerienses que este domingo quieren dirigir los destinos de la coalición. ¿Hay vida y votos ciudadanos para otro partido de izquierdas entre el PSOE y Podemos en Almería? No me atrevería a aseverar ni una cosa ni la contraria, pero los datos y las noticias que se trasladan desde Madrid no le dan mucho futuro.
A dos de los candidatos, María Jesús y Alexis los conozco por su vida pública, no es el caso de José Gabriel al que desde hace tiempo lo tengo como un amigo, lejano, pero amigo, con el que siempre es agradable mantener una conversación para saber si hemos cambiado mucho políticamente en estos años. Y algo debemos haber cambiado.