Este 25 de septiembre se cumplirán dos años desde que Naciones Unidas( ONU) aprobara los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenibles( ODS`s en adelante), actualizando y ampliando los anteriormente conocidos como Objetivos del Milenio. Si en estos últimos, eran los Gobiernos los llamados a actuar para propiciar una acción que eliminara la pobreza y protegiera el planeta, con la aprobación en 2015 de los ODS`s , la ONU ha querido implicar, a mi modo de ver de forma muy acertada, a las empresas y a los ciudadanos, propiciando una llamada universal para encarar un reto tremendamente serio: preservar la especie humana sobre el planeta tierra y poner coto a la pobreza y las injusticias más lacerantes, como son la ausencia de paz y el no bienestar en la vida de millones de personas.
El nuevo presidente de Naciones Unidas, el portugués Antonio Guterres ha tenido una definición magistral: los ODS`s son el plan estratégico de la humanidad. Una primera lectura del enunciado de cada uno de esos 17 objetivos nos da ya una idea suficiente del calado de estos objetivos y de cuán importante son. Sin embargo, a principio de este mes, la Vicesecretaria de Naciones Unidas nos advertía de que el ritmo de avance es lento y que, por tanto, necesitamos acelerar el ritmo para alcanzar estos retos en 2030.
El punto de partida que todos los ciudadanos debemos asumir, y por supuesto las empresas que, al fin y la postre, están integradas por personas, pero además con un nivel de actividad que tiene un impacto innegable sobre las personas y el medio ambiente, sería el siguiente: nuestra actividad impacta sobre muchos de los objetivos de desarrollo sostenible marcados por la agenda de la ONU y, por tanto, podemos aportar mucho en que sea un éxito. También podemos quedarnos cruzados de brazos mientras vemos como el mundo se apaga.
Las empresas, pequeñas, medianas y grandes, ejercen hoy día un papel de referencia ante la sociedad, que complementa y en algunos casos hasta restituye la inacción de los Gobiernos. Los ciudadanos tienen hoy día puesta una gran confianza en las empresas y cada vez más sus decisiones de compra, cuando actúan como consumidores, valoran de forma más o menos consciente, el posicionamiento de las marcas y las enseñas comerciales ante el mundo y la sociedad. Como decía Andy Stylman en su libro “brandonoff”, ha quedado superada la etapa en que el valor de las marcas era el diferenciarse, pues ahora lo que los consumidores esperan de ellas es su posición ante los problemas de la humanidad.
Pero el tema que nos ocupa es de un calado más profundo y auténtico que el relacionado al marketing y la comunicación de las marcas; eso es harina de otro costal, aunque insisto, cada vez más se valora la autenticidad. De lo que se trata en verdad es de asumir la responsabilidad que como integrantes de una biosfera, y por tanto dependientes de la misma, nos es ineludible. Corresponde por tanto hacer a todos, empresas y ciudadanos, un ejercicio de revisión estratégica, como decía días atrás Cristina Monge de la organización ECODES. La sostenibilidad es algo más que el mantra de esta época; en mi opinión debería ser el único e imprescindible valor compartido de la humanidad para poder seguir sobre este mundo, y dejarle ese mismo derecho a las generaciones futuras, a los hijos de nuestros hijos.
Estoy convencido que cada uno de nosotros puede hacer suyo uno de los 17 ODS`s. Hay incluso quien piensa, como la antes citada Cristina Mongue , que un objetivo como el número 13, acción por el clima, tiene un efecto absolutamente transversal al resto de los objetivos, esto es, afecta a todos y cada uno de los otros 16 objetivos.
Como directivo de una gran empresa almeriense me siento orgulloso de estar trabajando en una organización que tiene la sensibilidad suficiente para reconocer que pueda hacer cosas, gestos y acciones firmes, para mejorar el mundo y la sociedad; desde la mejora de la educación y el emprendimiento responsable, desde el diseño innovador de productos reciclados y reciclables, incorporando las mejores practicas industriales en reducción y reutilización de consumos de agua- este va a ser el gran problema de muchos países, entre otros España, en breve-, así como contribuyendo a crear concienciación en la sociedad, conversación con la sociedad desde lugares como los Cosentino City`s ubicados en las ciudades de muchas capitales del mundo.
Celebremos estos dos años de vida de los ODS`s con la humildad que los pobres avances nos ofrecen, pero con mucha determinación para creernos que de aquí al 2030 podemos y debemos trabajar para cumplir la agenda que nos hemos dado como Humanidad.
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