El libro de Chenoa

Emilio Ruiz
01:00 • 01 oct. 2017

Chenoa es una de las pocas participantes de ‘Operación Triunfo’ que ha sido capaz de abrirse un hueco en el competitivo mundo del espectáculo. Es una cantante que no lo hace mal. No suele ser ningún número uno de las listas de éxitos españolas, pero sí una de las intérpretes que pueden vivir dignamente de la profesión. Además, a su faceta artística ha sabido unir ciertas cualidades ante las cámaras de televisión, como se puede apreciar en su participación como jurado en el programa de Antena 3 ‘Tu cara me suena’, que tiene bastante audiencia.
Con esto quiero decir que Laura Corradini no tenía necesidad de agarrarse como un clavo ardiendo a la figura de David Bisbal, con quien coqueteó en la academia de ‘OT’, para sacarse unos eurillos. Las cualidades artísticas de Chenoa y Bisbal han colocado a ambos en un lugar privilegiado del mundo del espectáculo. Pero la órbita artística en la que se mueve Bisbal está muy distante de la de Chenoa. El almeriense es uno de los mejores cantantes hispanoamericanos, como lo prueba el hecho de que una vez más haya sido nominado para los Latin Grammy, mientras la argentina es, como digo, una más, una del montón.
El flirteo entre David y Chenoa fue un coser y cantar que duró justamente el tiempo de encierro en la academia. Fue un ligue más que otra cosa. Pero Chenoa sigue empeñada en hacer caja y fama con aquella ‘relación’. No ha tenido suficiente con lo que le ha podido dar la reinterpretación del popular ‘Escondidos’, que ha explotado hasta la saciedad, que sus supuestas vivencias con el cantante almeriense las ha reflejado en un libro que estos días ha llegado a las librerías.
‘Defectos perfectos’ (Martínez Roca, 2017) no es más que una relación de relatos insulsos que se usan como coartada para llegar a donde la autora únicamente quería llegar: a hablar de lo suyo con David Bisbal. Si leemos los comentarios que sobre el libro se publican se puede ver que nada interesa de lo que en el libro se cuenta, excepto lo que se refiere al cantante almeriense. Ese era el objetivo propuesto y es el objetivo conseguido.
Chenoa se cubre de lágrimas de desconsuelo para narrar lo que fue una simple ruptura entre jóvenes. Era la describe como una situación dramática que no podía existir ungüento el mundo que curara tanta tristeza. Pretende adornar sus palabras de cierto morbo y quiere transmitir en la relación el papel de la mujer despechada. "Alguien me llamó por teléfono –se lamenta-, no soy capaz de recordar quién, y me dijo: 'Pon la tele'. Allí estaba David, en una rueda de prensa en Caracas, encantado de la vida, diciendo que no estaba con nadie". Oh, qué pena. ¿Tanto trauma le causó este episodio que ni siquiera recuerda quién le llamó para darle noticia tan trágica? Bisbal se ha tomado a coña: “Creía que lo había superado”.
En definitiva, que quien pueda disponer de 17 euros, que les busque mejor provecho que comprar el libro de Chenoa. Nada aporta excepto chismes sentimentales propios de adolescentes precisados de entrar en el periodo de la madurez. Que no sorprenda a nadie que Chenoa vuelva a la carga con nuevas confesiones bisbaleras. Si esta operación editorial le sale bien, y parece que bien le está saliendo, no por el interés hacia ella, sino por el interés hacia David, mucho me temo que va a hacer de David Bisbal un recurrente medio de ingresos. Algo así como lo que hace Belén Esteban con Jesulín de Ubrique. En la Esteban se comprende,  porque la mata no da para más, pero en Chenoa esa persistencia causaría pena.







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