Diputación y el futuro del hermoso edificio del Hospital Provincial

Han sido años, demasiados, en la que la lidia entre la Junta y la Diputación ha retrasado la recuperación de este noble edificio. ¿Por qué cuesta tanto solucionar los problemas entre las distintas administraciones, especialmente cuando de por medio anda la Junta? En estos días nos dicen que se ha solucionado un problema para que se pueda urbanizar el barrio de San Cristóbal, firmado hace unos catorce años. Habrá que acercarse a esa solución. Mientras, permitan que manifestemos cierta alegría, sin lanzar las campanas al cielo, por esa primera piedra de lo que tiene que ser la puesta al día de ese gran y hermoso edificio. Tuve una tía monja en el hospital y durante mi niñez fueron muchas las horas pasadas entre sus muros y su cocina y son inolvidables recuerdos los que guardo de aquellos lejanos años. Era triste y lamentable ver la decadencia en que había caído por culpa de la guerra entre los políticos de la Junta y de la Diputación. Por fin una alegría, y no son muchas las que nos dan estos señores, ahora a que las obras vayan cumpliendo la ilusión en ellas puestas. Desde la institución provincial se quiere que el edifico se mueva entre los sectores de la cultura, nada que oponer a ello, pero la primera intención, aquella que se manejaba hace años de que la Universidad de Almería tuviera su rectorado en el viejo hospital me sigue pareciendo la mejor. Y no creo, hablando de cultura, que podamos encontrar entidad mejor para que se desarrolle entre esos nobles muros. Se comentaba entonces que con el rectorado se podría ubicar la facultad de derecho, pero entiendo que eso lo deben decidir desde la propia UAL. Me he atrevido a dar una opinión, siguiendo lo manifestado por el vice de la diputación, ya que no se ha decidido a qué y para quién se va a dedicar y está por la labor de conocer lo que se opina sobre el tema. Yo me inclino por la UAL. ¿Y usted? 
No dejemos en las manos de los políticos una decisión que puede afectar a la ciudad de Almería y especialmente a su centro histórico, amenazado por un urbanismo que lleva a la ciudad hacia levante, dejando cada día más abandonada el casco viejo. Hablemos también nosotros, los que hemos visto como se nos moría la Almedina, la calle la Reina, como agoniza la calle Real y como se nos queda cada día más vacío el Paseo de Almería.