Arranca la semana más importante de la historia de la democracia en España. Nos estamos jugando la supervivencia como nación y el futuro de un país moderno y democrático. La rebelión del Parlamento y del Gobierno catalán contra la Constitución y contra el Estatut es un desafío construido sobre mentiras, engaños y provocaciones. No es Rajoy el que decreta el 155, es el Estado de Derecho. No es el Partido Popular el que aprueba estas medidas sino el acuerdo con el PSOE y Ciudadanos, que representan al 70 por ciento de los ciudadanos españoles. No son el PP, el PSOE y Ciudadanos los responsables de la situación en Cataluña, sino el PdeCat, Esquerra y la CUP los que han llevado a Cataluña a la secesión y casi a la bancarrota. No es el Gobierno de la nación el que he maltratado a Cataluña, sino el Gobierno de la Generalitat y los políticos independentistas los que han mentido, han engañado a los ciudadanos, han creado una grave fractura social y han dividido en dos bandos a los catalanes. Si pasa algo grave, y puede pasar, los responsables serán desde Artur Mas a los dirigentes de la CUP, con Carme Forcadell, la presidenta suicida del Parlament, a la cabeza. Si pasa algo, la responsabilidad estará en los que han creado este conflicto, lo han prendido fuego y lo han avivado, sabiendo dónde podían llegar las llamas. Es cierto que en este proceso hay que repartir culpas y que algunas se remontan muy atrás. Es cierto que el Gobierno de la nación ha abdicado de su presencia activa en Cataluña para explicar lo que se estaba haciendo y lo que podía pasar. Es cierto que PP y PSOE han pactado, especialmente con Convergencia, para buscar apoyos a cambio de concesiones y de mirar para otro lado. Es cierto que Zapatero cometió uno de los peores pecados de un político: prometer lo que no podía cumplir. Pero quienes han creado el odio a lo español, quienes han iniciado la separación de España, quienes han engañado permanentemente al pueblo catalán, quienes han sido corruptos en Cataluña, se han alineado con la extrema izquierda, han gestionado lamentablemente y de forma partidista los recursos, quienes han excluido a más de la mitad de los catalanes, quienes han utilizado el Parlamento de forma torticera, quienes han perseguido a los que no pensaban como ellos... Es ese gobierno el que ha violado la autonomía de Cataluña y ha decidido incumplir la Constitución y el Estatut. Pero está teniendo cómplices. El más importante Podemos y sus distintas formas de presentarse, que en Cataluña tienen a Colau como gran referente. Es el momento de decidir con quién están. Lo tendrán que hacer los políticos de Convergencia: o retornan al seny o acabarán fagocitados por ERC y la CUP. Y los empresarios catalanes. Y los ciudadanos que sufren la embestida del independentismo. Hay que llamar a la serenidad y hay que ser cuidadosos con la aplicación del 155. Quien ha encendido la llama debe ser consciente de que es muy difícil parar el fuego. Y al frente de los incendiarios quien está es, sin duda, Puigdemont. Aunque él no sea el ideólogo, sino sólo el pirómano.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/140161/no-es-rajoy-es-el-estado-de-derecho