Miedo a la perfección

Allá por el año 1904 nació uno de los grandes pintores del siglo XX, el español Salvador Dalí representó el surrealismo español, plasmando en sus lienzos mundos soñados con objetos yuxtapuestos o deformados. Ese mismo año, en Almería, se finalizaba la construcción del llamado Cable Inglés, bajo las directrices de la escuela de Gustave Eiffel, y es curioso, lo que acontece respecto a este Bien de Interés Cultural es del todo surrealista, como en la mayoría de las cosas importantes en Almería, como el soterramiento o el AVE.
El alcalde de la capital, lejos de exigirle al Gobierno de España que asuma su responsabilidad con el Cable Inglés mediante una actuación integral, no hace más que darle vueltas al asunto como un niño a una peonza; su última ocurrencia para no asumir como alcalde que le corresponde a él poner en valor esta infraestructura, ha sido decirle a la Junta de Andalucía que pida la titularidad del Cargadero de mineral, la cual es ahora mismo del Estado (propiedad de la Autoridad Portuaria) Como la Junta ya cumplió con una rehabilitación integral de más de 2 millones de euros, Pacheco se saca una nueva polémica de la chistera que embarra la situación. No es nada nuevo, lo importante para Almería se arroja políticamente, es nuestro leitmotiv, parece que estuviésemos dormidos en la noche de los tiempos, con las mismas polémicas de siempre, piensan que nuestra memoria se ha reblandecido por el paso del tiempo, como los relojes del famoso lienzo de Dalí “La persistencia de la memoria” (Los relojes blandos)
Si el alcalde quiere cumplir con su compromiso de convertir el Cargadero de mineral en una infraestructura singular y darle uso que sirva de reclamo turístico y de disfrute para los almerienses, que no siga buscando quien le haga los deberes, que se quite la chaqueta, deje de preocuparse de la sonrisa de cartón piedra y se ponga a trabajar para que esto se cumpla que, total, como reflexionó Dalí, no debe tener miedo de la perfección, pues nunca la alcanzará.