Grupo Cooperativo Cajamar, la segunda entidad financiera de Andalucía y duodécima de España por volumen de activos –tras la absorción de Popular y BMN por Santander y Bankia, respectivamente- ha presentado sus resultados correspondientes al tercer trimestre de 2017. En términos generales el balance es muy positivo. La banca española, como la europea, se encuentra en pleno proceso de reorientación del negocio, y Cajamar ha sabido encauzar su camino desde hace varios años.
El beneficio neto consolidado sigue siendo modesto. Alcanza los 67,39 millones de euros. Supera holgadamente el resultado del mismo periodo del año pasado, que fue de 50,53 millones. Unicaja ha logrado en los tres primeros trimestres del año un beneficio de 136 millones de euros, si bien hay que tener en cuenta que el volumen de activos de la caja malagueña está por encima en un 30 % el de la caja almeriense. Este incremento del 33,4 % se debe principalmente al ascenso del margen de intereses como consecuencia del aumento de los depósitos a la vista y a las comisiones generadas por los acuerdos estratégicos suscritos con Generali (seguros y planes de pensiones), Trea (gestión de fondos de inversión) y Cetelem (financiación al consumo).
Desde hace varios años Cajamar mantiene una lucha casi titánica por disminuir su tasa de morosidad, que llegó a alcanzar porcentajes superiores al 17 % tras la absorción de Ruralcaja. En el tercer trimestre del año pasado la tasa se rebajó al 13,77 %. En esta ocasión el descenso se ha situado en el 11,8 %. Es una bajada considerable, aunque todavía lejos de la tasa media de morosidad de la banca española que en el mes de septiembre era del 8,33 %.
La mejora de la eficiencia operativa sigue siendo uno de los grandes retos de la banca española. Casi todas las entidades financieras tienen que destinar más de 50 euros para ingresar 100. Los supervisores europeos recomiendan que cada entidad tienda a una eficiencia del 40 %. Eso en la práctica eso supone empleados más capacitados y eficientes y oficinas más rentables, Y, lamentablemente, reducción de plantilla y red de oficinas. Esta semana hemos sabido que Sabadell cierra dos de ellas en Almería. En España solamente Bankia, Sabadell y Kutxabank cuentan con un ratio de eficiencia por debajo del 50 %. El de Santander, sin Popular, es del 55,7. El ratio de Cajamar alcanza el 68 %, seis puntos menos que un año antes, pero aún muy elevado.
Desde el comienzo de la crisis la banca española ha perdido el 32 % de sus trabajadores y el 39 % de oficinas. Y esto aún no ha parado. Cajamar se encuentra en pleno proceso de apertura de nuevas oficinas, principalmente en aquellas zonas de España donde no tiene presencia; pero, simultáneamente, está haciendo un repliegue de los lugares donde la eficiencia de la oficina no alcanza el mínimo exigible. En el cómputo general de los últimos doce meses, el número de empleados de Cajamar se ha reducido en 356, al pasar de 6.068 a 5.712., y el de oficinas se ha reducido en 130 al pasar de 1.207 a 1.077. Un dato significativo de lo que representa Cajamar en la provincia de Almería es que la cuota de depósitos llega al 50 % y la de créditos, al 43 %. No hay en España otra entidad financiera con esta singularidad.
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