Igual que los relojes parados dan la hora con precisa exactitud dos veces al día, hay dos momentos en cada año en los que el Ayuntamiento de Almería se equivoca de pleno, haga o no haga una misma cosa. Les hablo del regalo de pascueros en Navidad y de abanicos en Feria. Me van a permitir que obvie hoy el jugosísimo filón sociológico de esas aglomeraciones en el umbral del disturbio que se forman cada vez que eso pasa, -ya habrá mejor ocasión- y permítanme que me centre en el sufrido papel del Ayuntamiento en ambos casos.
Y digo bien lo del sufrimiento, porque son muchos los que censuran el gesto municipal basándose en el presunto despilfarro que supone gastar dinero en regalos innecesarios cuando hay urgencias sociales. Y tampoco es cuestión de entrar en el debate económico de si es mucho o poco dinero (en realidad ambos artículos cuestan una cifra modestísima) porque eso no va a convencer jamás a quienes enarbolan las banderas del hambre en el mundo, la emergencia energética o cualquier otra situación desgarradora. Lo que vengo a decir es que del mismo modo que arrecian las críticas de quienes lo consideran un gasto abominable, no tengan la más mínima duda de que también habría andanadas de reconvención si, por cualquier razón, el Ayuntamiento decidiera no repartir pascueros en Navidad y abanicos en Feria. Las críticas tendrían un aire diametralmente opuesto y acusarían al Ayuntamiento de racanería, de roña administrativa y de romper una costumbre arraigada en el almeriensismo emocional.
No quiero ni imaginar la frustración que semejante decisión causaría entre las personas que, por ejemplo, acuden cada año desde Topares expresamente para conseguir su abanico, porque en Almería nadie colecciona sellos, posavasos o llaveros: si el Ayuntamiento no los regalase, hasta debajo del Cañillo saldrían indignados coleccionistas de abanicos. Almería, como bien canta su himno, es un vergel de mieles y esencias. O lo que es lo mismo: de pascueros y abanicos.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/143750/vergel-de-abanicos-y-pascueros