Muy nuevo sí, pero con los mismos problemas que el viejo

Juan Torrijos
23:04 • 01 ene. 2018

Ha llegado el dos mil dieciocho y no presenta mejor cara que el que acaba decirnos adiós. Con algunos problemas añadidos, como el de los plásticos, que se vuelven a quedar en los aledaños de los invernaderos. Y ya que hablamos de plásticos, que es lo mismo que hacerlo de agricultura, se está recibiendo en estos años menos beneficios que hace diez, vamos, que hace una década nuestros agricultores ganaban más que ahora. No parece que sea bueno para el futuro del agricultor almeriense. Alguien se está llevando los beneficios, piensa uno, pues las administraciones no cejan en hablar de que cada año conseguimos un récord. Y eso no lo notan los bolsillos de los protagonistas. Comienza el dieciocho como finalizaba el diecisiete, con protestas por el trato que Rajoy da a los regantes almerienses. Murcia tiene ayudas para pagar el agua desalada, ocho millones, Almería se queda con cara de boba ante la señora Tejerina. Nos decía don Andrés García Lorca que los delitos han bajado casi un cuatro ciento en el último trimestre, pero claro, eso no le ayuda al que le entraron en su casa, le robaron, y le dijeron en el cuartel de la Guardia Civil que no pueden hacer nada. Si encima el robo ocurre en pueblo pequeño y sin protección, más vale que no se moleste en viajar a denunciar, se puede llevar una sorpresa. Más Guardias Civiles, más seguridad, más médicos, menos políticos. No nos harán caso. Son los políticos los que tienen que aumentar el número de agentes, médicos, bomberos y ellos prefieren darles un sueldo a los colegas del partido: Tendremos más políticos, ya lo verán.
 Lo peor, lo que nos espera, los partidos ya empiezan a mover sus piezas de cara a las próximas municipales, y falta casi año y medio. Nos van a prometer el oro y el moro, bajar los impuestos, dar vida a los pueblos del interior, saldrán cientos de nuevas iniciativas para la Alcazaba, el Cabo de Gata, el Cable Inglés y todo elemento que se pueda mejorar. Menudo año se avecina, eso sí, debemos ver a Almería con visión positiva, dice el político, vamos, que no sea negativo. Usted sólo vea el lado positivo de nuestra provincia, no vea los problemas que se acumulan años, lustros y décadas a la espera de una solución. Lo único que consigue viendo lo negativo es que la úlcera se le revuelva y tenga que tomar el dichoso omeoprazol.







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