Ante la duda,…

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01:00 • 10 ene. 2018

Estimado Juan Torrijos, El pasado 30 de diciembre, en su espacio Paseo Abajo, hacía una reflexión sobre el Río Aguas y el colectivo Acuíferos Vivos, en la que dejaba entrever unos intereses ocultos para defender con tanto ahínco la sobreexplotación del acuífero. Si en su momento la dejé pasar fue solo por encontrarnos inmersos en la preparación de la llegada del nuevo año, pero el artículo publicado en su periódico ayer, sobre las peticiones del citado colectivo, me recordó sus comentarios.
En un primer momento pensé que estaba utilizando la antigua estrategia de sembrar la duda, con el objetivo de recoger algún fruto, pero viendo su blog he descubierto que la “mala puleva” la reparte a diestro y siniestro, sin importarle colores y colectivos.
Entiendo que por su experiencia vital y la profesión que desempeña haya aprendido a poner en tela de juicio a todo el mundo, algo que le honra, pero si me permite darle un consejo, creo que dudar de Acuíferos vivos y, generalizando, de todo el colectivo ecologista es poco acertado.
Si nos ceñimos  a los últimos 40 años, por hablar solo de la democracia, encontraremos muchos casos probados de políticos, funcionarios y empresarios que han dejado un rastro de casos de corrupción y destrucción de nuestro entorno digno de estudio. En los despachos de alcaldes, concejales y empresarios sí que podemos hablar de intereses ocultos, que en algunos casos se han demostrado y , por desgracia, en otros no. Sobres de todos los colores han manchado a nuestra clase dirigente, estigma que va a ser difícil de limpiar de la mente del ciudadano.
En ese mismo espacio de tiempo, los grupos ecologistas, formados por personas de a pie, se han partido la cara por defender, sin sobres y sin intereses ocultos, lo que nos pertenece a todos. La lucha contra las nucleares, contra los desmanes urbanísticos, contra la destrucción de nuestro suelo, la contaminación del aire que respiramos, de los mares que son el futuro de la especie humana, son algunos de los ejemplos que puedo citarle. Y gracias a esa gente desinteresada, que ha sufrido, en muchos casos el desprecio, las amenazas y las falsas acusaciones por parte de gente sin escrúpulos, pero con mucho nombre y respaldo social, podemos disfrutar de espacios naturales como Cabo de Gata, Punta Entinas Sabinar, o enorgullecernos de que la playa del Algarrobico vuelva a ser de todos. 
El Río Aguas es la punta del iceberg del problema hídrico de nuestra provincia y lo más urgente si no queremos perder un espacio único en el mundo, y ese es el único interés que persigue Acuíferos Vivos, aunque usted dude de ello, pero tenga claro que si consiguen sus objetivos usted y su familia van a verse beneficiados sin necesidad de abrir ningún sobre.
Y puestos a dudar, ponga su vista en aquellos que quieren construir sobre las Salinas de San Rafael, la Ribera de la Algaida y Turaniana basándose en un modelo arcaico y obsoleto. ¿Cuál será su interés para destruir el patrimonio cultural y ambiental que nos pertenece a todo los almerienses?







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