Dice la canción ‘No hay tanto pan’, de la genial artista Silvia Pérez Cruz, “… esta gran culpa no es tuya ni mía. Mentiras, sonrisas y amapolas, discursos, periódicos, banqueros y trileros,… Te roban y te gritan,…, y lo que no tienes también te lo quitan”. Y la verdad, al escuchar a Rodrigo Rato en el Congreso decir su lapidaria frase “Es el Mercado, amigo”, para eludir responsabilidades en el saqueo de la crisis económica, me reafirmo en las palabras de Pérez Cruz; pero eché en falta que alguien le dijera, igual no con la misma chulería que gastó el exvicepresidente de Gobierno pero sí con la misma contundencia, que por qué no dijo esto cuando estaba en la poltrona y sí ahora que está desahuciado tras ser pillado con el carrito del helado.
“…Convierten el pueblo en barco, la mierda en oro, lo negro en blanco”, sigue diciendo la canción, y es que nos toman por tontos, no hay más que ver al alcalde de la capital y al líder de Ciudadanos en Almería, con su pantomima de los presupuestos para 2018. Entorpecen el funcionamiento de la ciudad llevando al límite los plazos de aprobación por mero tactismo partidista, y llegan a un acuerdo en una mesa de camilla entre PP y Ciudadanos.
Así que seguiremos sin ver una verdadera apuesta por los barrios, dinamizándolos social y culturalmente, tampoco la proyección de ciudad con las personas como protagonistas, y sin tener un pulmón verde que atraviese la ciudad porque, bajo su mesa de camilla, no se esconde precisamente un brasero, pero tampoco nada de esto.
Faltan referentes preparados que antepongan los ideales a las cuitas electorales, que den seguridad y esperanza porque, como dice la citada canción “… es indecente, gente sin casa, casas sin gente. No hay tanto pan”.
Efectivamente, no hay tanto pan, pero porque unos cuantos no paran de darse atracones a diario con mucha engañifa a nuestra costa. ¿Cuándo les quitaremos la talega?
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