Por si Iniesta nos la pone enhiesta

La Junta de Andalucía debería ir estrechando relaciones con Portugal, Irán y Marruecos, (países con los que nos cruzaremos en el Mundial de Rusia) y ayudar por todos los medios a que sus respectivas selecciones jueguen bien y así puedan imponerse a España el próximo mes de junio. No sé. Alguna prima a terceros o algo así. Por extraño que parezca, Susana Díaz se la juega con la Selección Española de Fútbol este verano, después del chutazo de optimismo que nos acaba de meter su Delegado Provincial de Salud, José María Martín, anunciando que el esperado Hospital Materno Infantil se abrirá en Almería a principios de 2019. Seguro que en la Junta no han hecho estas cuentas, pero ya saben que esta columna tiene una indeclinable vocación de servicio público y, por tanto, se las hago yo con mucho gusto. Del Mundial a la anunciada apertura del hospital van… ¡exacto! nueve meses. Ustedes imaginen que con un poco de suerte y con otro iniestazo de nuestra vida, España gana otra vez la Copa del Mundo. El subidón, la adrenalina, los vítores, las banderas, la emoción patriótica, etcétera. Así que si Inesta nos la pone enhiesta (la ilusión) imaginen el aluvión de partos que por causa natural (qué cosa más natural que dejarse llevar por la emoción del momento) pueden producirse en Almería a finales del invierno de 2019. Pero no pasaría nada porque, como bien ha anunciado el Delegado de Salud -y bien se ha ocupado de que lo proclamen los medios- el Materno Infantil de Almería ya estaría abierto al público para entonces y los felices padres podrían estrenar sus magníficas dependencias. Porque no nos engañemos: la prueba del algodón del nivel de apertura de un hospital materno infantil es el nacimiento de niños, porque los hospitales no sólo se construyen, sino que también hay que dotarlos de medios y de personal. Y si Marruecos gana el mundial, no habrá problema de natalidad sobrevenida: allí sí que invirtió la Junta hace años en centros materno-infantiles.