Buceando en la historia hemos de remontarnos a aquel 28 de Febrero de 1980 cuando los andaluces aprobamos en referéndum constituirnos en una Comunidad Autónoma con plenas competencias y con un gobierno propio.
La historia nos habla también del padre de la patria andaluza, Blas Infante, que desde los primeros años del Siglo XX trabajó incansable por Andalucía con la confianza de conseguir un desarrollo económico y cultural que nos situara a la altura de las regiones más ricas de España.
Él tuvo muy claro siempre que Andalucía (el territorio más poblado de España) no sólo forma parte de la piel de toro sino que es la esencia de España. Los andaluces, conscientes de nuestro destino, siempre hemos luchado por alcanzar las máximas cotas de bienestar y, en diferentes momentos, se han producido conflictos con el Estado, pero siempre dentro de la legalidad democrática.
Nacionalidad La Constitución, aprobada por todos los españoles de forma masiva, reconoce en su Artículo 2 a Andalucía como una nacionalidad en el marco de la unidad indisoluble de la nación española. Esto ya lo dice todo y no hay que dar más vueltas. Pues bien, hoy han pasado 38 años, con luces y sombras, pero con un indudable progreso.
En cuanto a Almería, las sensaciones son agridulces pues muchos ciudadanos tienen la convicción de que nuestra provincia no ha recibido el trato que se merece por los diferentes gobiernos de Sevilla. Cada vez surgen más movimientos reivindicando que el gobierno andaluz aporte más a Almería sobre todo cuando proporcionalmente es la que más aporta al presupuesto andaluz.
Somos conscientes, faltaría más, de que los diferentes gobiernos centrales han tenido muy poco presente a Almería a lo largo del tiempo; sin embargo, llama la atención (porque es nuestra Comunidad Autónoma, la administración más cercana y a la que pertenecemos) el hecho de que desde el gobierno andaluz apenas se preste atención a la provincia.
Deuda Histórica Cuando oigo hablar de deuda histórica del Estado con Andalucía me invade un sentimiento paralelo de Andalucía con Almería. Es hora de cuidar a Almería y a los almerienses para evitar la proliferación de movimientos ciudadanos de diferentes ideologías que pretenden alejarnos de Andalucía reivindicando una entidad regional uniprovincial.
Desde el Palacio de San Telmo (sede del gobierno andaluz) se debe trazar un plan de acción pro Almería con visión de futuro y con la intención de cuidar a Almería. Este plan debe ser conocido por los ciudadanos para que visibilicen que el gobierno andaluz se vuelca con Almería multiplicando unas inversiones que vayan amortizando la deuda histórica regional con la provincia.
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