Hacerse el longui

Hay quienes tratan de escaquearse de sus obligaciones, pensado incluso que nadie se dará cuenta, como Chaplin en una escena de ‘Tiempos modernos’, donde lo explotaban en una cadena de montaje (al estilo de las envasadoras de hortalizas almerienses), y un compañero le releva para ir al aseo, allí enciende un cigarrillo, pero es observado y amonestado por su jefe a través de una gran pantalla. Una película cómica que refleja el dramatismo de las condiciones laborales de la clase obrera en época de la Gran depresión; ínfimos salarios, estrés, opresión, pobreza e injusticia social de la época, que no dista demasiado de lo que se vive hoy en España, gracias a las políticas del PP.

Al alcalde de la capital le gusta esto de escaquearse o hacerse el longui, como con el impuesto de circulación; a muchos vecinos no les ha llegado el habitual recibo con el importe y el periodo voluntario de abono, con lo que ahora deben pagarlo con recargo; si había problemas con la empresa encargada del correo postal, ¿por qué no se cambió de empresa para solucionarlo? Además, ¿no había dinero para una campaña publicitaria?, total, si no se necesitaba tanto dineral como lo gastado en la escultura del paseo marítimo (casi 50.000 €, con la falta que hace para otras cosas)

La incapacidad de gestión del alcalde y su equipo se convierte en superlativa cuando les ocurre como a Chaplin en la citada película, al verse encabezando una manifestación con bandera en mano sin pretenderlo; y es que el alcalde encabeza iniciativas en las que no cree, de ahí tanta chapuza, como al dar participación a la ciudadanía; tal es el caso de la votación del nombre de la biblioteca municipal, creando una app compatible sólo para ciertos móviles, y puesta en marcha sin publicitar, vetando la posibilidad de voto a muchos almerienses.

Pero no nos preocupemos, entre tanto caos, algo ocurrirá previsiblemente, pronto vendrá el IBI y algún problema aparecerá, ¡que de donde no hay no se puede sacar!