La panacea

Mientras el mundo con temor y temblor se reúne para buscar soluciones a la crisis, aquí lo que debatimos es la necesidad de ir pronto a las elecciones generales. Estoy admirado del subidón electoral que les ha entrado a los hijos de aquellos falangistas que decían que el destino de las urnas era romperlas. Hace poco tuvimos un plebiscito y ganaron casi todos los ayuntamientos y casi todas las comunidades autónomas. Esto les sabe a poco porque han encontrado muchas deudas incluso en aquellos sitios donde ellos gobernaban. Así que contra el caos, reforma o adelanto de elecciones. Las primeras no gustan al PP pese a que son alabadas por los candidatos de Alemania y Francia -¡cómo estaría este país si se hubiera quedado con los brazos cruzados!- No hay otro remedio, sentencia González Pons; elecciones cuanto antes. Ya es hora de que España salve al mundo. Zapatero quiso agotar la legislatura cuando todavía no habían descubierto la panacea. Tanta presión y tanta escandalera armaron los de la bancada opositora que les hizo caso fijando la fecha del 2O de noviembre, tras la promesa de su desaparición política. Pero parece que no se sacian las gargantas chillonas. Ahora lo que exigen es un adelanto al adelanto. Yo por mí celebraría las generales pasado mañana ¡para qué tardar tanto tiempo! Y la pregunta es: ¿por qué al PP le azota la impaciencia si casi todas las encuestas le dan por ganador siendo así que su líder duerme tranquilo y por tanto se cansa bien poco? Yo creo que el secreto está en Rubalcaba. Si este hombre crece en popularidad le puede chafar la salida al balcón a Rajoy con lo cual ya sería la tercera vez. Además la prisa tiene otra dirección. Si se arreglará la economía y la ETA arrojará las armas antes de las elecciones, el mensaje catastrófico y de últimas postrimerías del PP a lo mejor no resultaba tan eficaz entre las clases medias asustadas. Esta es la razón de tanta prisa. Una prisa que se lleva hasta en el bolsillo. La ferocidad con que atacan a Rudalcaba no puede delatar otro fondo de alimentación que el miedo a quedarse sin la Moncloa ahora que ya está nombrado el gobierno en la sombra y quién más quién menos espera un carguillo.