Sin que se desborde

Cualquiera sabe que si sumerges un cuerpo, por irregular que sea, en un recipiente con agua, esta ascenderá el volumen correspondiente al ocupado por aquel; pero no fue hasta la Antigüedad clásica que lo descubrió el físico, astrónomo, ingeniero, inventor y matemático Arquímedes quien, al descubrirlo, no paraba de saltar de alegría, en su bañera repleta de agua hasta el mismo borde. Gracias a personas como él, hoy en día tenemos más manejo en este tipo de cálculos.

Sin embargo, el alcalde de la capital y su equipo de sabios no han sido capaces de hacer una estimación fiable de las personas que cabrían en la Plaza Vieja si defenestran la posibilidad de contar con la sombra de árboles y con bancos para sentarse sin tener que consumir, además del espacio que quedaría si cometen la tropelía histórica de llevarse de allí, por ramalazos ideológicos, el monumento a Los Coloraos, símbolo de democracia y libertad para nuestra ciudad.

Seguro que Arquímedes rechazaría el pseudo informe que el equipo de gobierno ha presentado, sin firma funcionarial. En él dicen que la plaza acogería a 1500 personas más en 100 metros cuadrados que se ganarían con las salvajes eliminaciones citadas. Un alumno de Secundaria podría hacerles los cálculos, total, la complexión media de una persona es de 50 cm entre hombros y 25 entre la espalda y el ombligo, calculen, 8 personas por metro cuadrado como sardinas en lata, ¿les salen las cuentas? Además piensa el alcalde que los deseos de compra de la gente en souvenirs y restauración cumplen la misma proporción que el aumento de afluencia; claro, así no me extraña que piense instalar ducha, en menos de un mes, en la Fabriquilla cuando faltan hasta los permisos, ¡qué bien calcula mi alcalde!Arquímedes botaría de alegría al comprobar que, a pesar de tener un equipo de gobierno municipal a rebosar de ineptos, seguro que se las apañan para incorporar alguno más sin que se desborde.