Los fallos de la ‘app’ de participación del Ayuntamiento

Hace tan solo dos días, el Ayuntamiento hacía oficial el lanzamiento de ‘Almería Participa’, la app móvil desarrollada por la empresa almeriense Humantide a través de la que los ciudadanos podrán votar, por ejemplo, el nombre de la futura biblioteca municipal. No se trata de una versión beta, no es un prototipo de la app definitiva: aunque en las próximas semanas lleguen actualizaciones con mejoras, se supone que la aplicación presentada por el Ayuntamiento de Almería ha sido ya probada.

Sin embargo, durante las primeras horas de vida pública de Almería Participa fueron muchos los que mostraron su sorpresa a través de redes sociales como Twitter: lejos de ser perfecta, la app cuenta con un rosario de fallos que ponen en duda su utilidad como herramienta participativa.

Perfiles falsos
El fallo que más llama la atención está relacionado con el formulario de registro y es, a la vez, el más peligroso. La app da tres opciones para acceder a la plataforma de participación ciudadana: accediendo a través de una cuenta de Google, haciéndolo a través de una de Facebook o, simplemente, creando un perfil de usuario. De los tres, es este último método el que encerraba sorpresa hasta hace solo unas horas.

La aplicación permitió, durante más de 24 horas y hasta el mediodía de ayer, acceder a la plataforma y hacer uso de todas sus herramientas desde cualquier cuenta de correo, fuera real o inventada, fuera nuestra o no. Y tantas veces como se deseara. Bastaba con crear una cuenta usando el correo inventado “[email protected]”, otra recurriendo a “[email protected]” y una tercera con cualquier otro nombre. En ninguno de los casos el sistema comprobaba que ese correo existiese o que fuera nuestro; simplemente, creaba la cuenta.

Esto no solo daba la oportunidad de emitir múltiples votos en las encuestas ya disponibles en la aplicación a través de infinitas cuentas falsas: también abría la puerta a que cualquiera utilice Almería Participa identificándose con la cuenta de correo de otra persona. 

Al no haber un proceso de verificación hasta el mediodía de ayer (el envío de un ‘email’ para corroborar que el nuevo usuario es quien dice ser), usurpar la identidad de cualquier persona era posible. Y lo sigue siendo, de hecho: a pesar de que la aplicación ya cuenta con un sistema de verificación, todo aquel que accediese durante el día de ayer a través de una cuenta falsa creada a partir de un correo inexistente aún puede hacer uso de la app. El riesgo que conlleva esta posible usurpación, más allá del obvio, es que la app cuenta con una sección de comentarios, a modo de foro. En ella, cada ciudadano puede hacer sugerencias para mejorar Almería. Si, por el contrario, esta sección de la aplicación se usara para difamar a alguien o, simplemente, para insultar, identificar al usuario sería casi misión imposible: probablemente, lo estaría haciendo a través de una cuenta creada con un correo inventado o, lo que es peor, usando la identidad de otra persona.

Una vez que los creadores de la app han desarrollado un sistema de verificación, manipular una votación como la del nombre de la biblioteca sigue siendo sencillo: bastaría con abrir varias cuentas de correo electrónico para crear distintos perfiles de usuario en Almería Participa y votar así varias veces.

¿Ciudadanos almerienses?
La aplicación, disponible tanto para dispositivos Android como para aquellos con iOS como sistema operativo, solo puede ser descargada en España. No obstante, los usuarios en ningún momento deben identificarse como ciudadanos almerienses. Como es lógico, nadie debe demostrar ser residente en Almería capital con un certificado de empadronamiento, pero tampoco se recurre a nuestra ubicación para saber si, al menos, estamos en Almería.

Si bien la aplicación permite compartir nuestra posición a través de los ajustes, no es obligatorio. En otras palabras: es perfectamente posible usar la app (y votar en las consultas vinculantes) desde Roquetas, Madrid o cualquier otro punto de la geografía española. Por si fuera poco, la aplicación también deja que desear en materia de privacidad. Si bien en el menú desplegable hay un aviso legal breve y comprensible, lo cierto es que se contradice con la realidad de Almería Participa: mientras que se indica en este texto legal que “la recogida de datos de carácter personal (...) será precedida de la necesaria información y solicitud a los usuarios”, la app no requiere en ningún momento de consentimiento alguno por parte de los ciudadanos para el tratamiento de sus datos.

En definitiva, tanto la posibilidad de manipular las encuestas con votos emitidos desde cuentas falsas, la opción de identificarse como otra persona y el nulo control respecto a la procedencia geográfica de los votos hacen de Almería Participa una aplicación con numerosos fallos que pone en riesgo la calidad democrática de las decisiones que se tomen en base a la ‘app’.