Machismo de pago silenciado

José Fernández
00:30 • 16 may. 2018

Ya hemos sabido el coste político que tiene en España inventarse un máster o robar dos botes de crema. Y no digo que sea un precio injusto, porque falsear datos o meter la mano son comportamientos insoportables en un sistema de opinión pública como es la democracia. Ahora bien, también sería interesante conocer cuál es el precio político de gastarse en putas el dinero destinado a los parados. Disculpen el minimalismo, pero creo que el eufemismo sería aquí el follaje que impediría ver la raíz del problema. Y no es que lo diga yo. La Guardia Civil acaba de confirmar que la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe) de la Junta de Andalucía no sólo funcionó como “una agencia de colocación para el PSOE andaluz” (sic), sino que además existen pruebas de que una de las tarjetas de esta fundación, creada por la Junta de Andalucía en 2003 para formar a los parados andaluces, ha servido para pagar servicios sexuales en varios clubes de alterne de Sevilla. Casi 15.000 euros en cuchipandas. Y a lo mejor me equivoco, pero creo que un asunto tan rijoso estaría teniendo mucho más recorrido si esos locales estuvieran en Madrid o en Valencia y el autor o autores de semejantes desahogos fueran hombres de otro partido político. Y es que sorprende la quietud en torno a este caso, habida cuenta de la doble vertiente sobre la que podemos analizar la pellejería. De un lado, el miserable empleo de los parados como pantalla bajo la que ocultar la prebenda y el enchufe en una de las regiones con más paro de Europa. Y de otro, el machismo de pago que supone el favorecimiento de la prostitución y la trata de mujeres. Pues bien, por sorprendente que parezca, no hemos tenido noticias de concentraciones de repulsa feminista en las puertas de la Junta de Andalucía, ni manifiestos de condena, ni nada de nada. Y no sé; a lo mejor he exagerado al decir que a estas alturas eso pueda sorprender a nadie.






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