Los distintos comportamientos de algunos políticos almerienses

Juan Torrijos
07:00 • 30 jun. 2018

En el sector de la política, como en el de cualquier otro, hay gente que merece la pena, los hay arribistas, los que no debían estar, los que saben comportarse, los ignorantes políticos y los que se pasan la educación por el forro de sus entretelas. Antonio Ocaña es alcalde por Izquierda Unida en Alcolea, la justicia le abre causa pública, y él, para no dimitir como le exige la formación política a la que pertenece, decide abandonar el partido y quedarse con la alcaldía. ¿Hace bien el señor Ocaña? Tras la experiencia vivida por otro Antonio, el alcalde de Partaloa, el señor Ocaña se siente inocente y no está por abandonar el cargo, y es que si lo hace sabe que no podrá volver por muy inocente que diga la justicia que lo es. O él o los partidos están equivocados a la hora de pedir dimisiones. Desiderio Enciso se presentó por UPyD al ayuntamiento de El Ejido y consiguió puesto de edil, él ya estuvo en el PSOE y decidió dejar ese partido y unirse a la aventura de Rosa Díez, al cabo de unos años, tras el fracaso político de Upyd, decide volver a sus viejos rediles y lo hace no sólo por la puerta grande, sino también con todo honor, dejando el cargo de concejal para que lo ocupe otro miembro de UPyD . El comportamiento político de Desiderio irreprochable, de chapó. 


La alcaldesa de Turre, la socialista María Isabel López, le echa la culpa a la oposición de bloquear el ayuntamiento, las cuentas y hasta las subvenciones que tienen que recibir los vecinos del pueblo. Y no le falta su parte de razón, pero no toda ella, no ha pensado doña María Isabel que en política la oposición está para oponerse y el gobierno en minoría para negociar, negociar y negociar hasta convencer. Se acuerda del No es No. Ahora se pide dialogar, consensuar, negociar. Vamos a ello alcaldesa, no siempre la culpa la tiene el de enfrente.


Ejemplos como estos tenemos algunos en Almería. Y nos demuestra las distintas formas y maneras que tienen nuestros políticos a la hora de enfrentarse al quehacer diario de su trabajo. Los hay a los que aplaudir, a los que el silencio les acompañe e incluso a los el abucheo y el pateo es poco para ellos. Casos en el proceder correcto como el de Desiderio Enciso en El Ejido son los que nos recompensan ante tanto político con orejeras como camina por la senda pública de nuestra Almería.






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