Las gafas gemelas

Las primeras imágenes difundidas por la oficina de comunicación del flamante presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han provocado la madre de todos los aluviones de opiniones en las redes sociales. Es evidente que el líder del Ejecutivo va a utilizar al máximo los medios de que dispone Moncloa para crear una imagen de presidente que le permita alzarse con el triunfo en las próximas elecciones, por lo que la comunicación va a ser clave en la actividad del jefe del Gobierno. Los expertos adivinan en la estrategia de los equipos de Presidencia cierta similitud con los resortes de comunicación política utilizados por distintos liderazgos como Trudeau o Macron y, sobre todo, con las estrategias de las campañas muy personalizadas de Obama o del asesinado John F. Kennedy. 

Es evidente que los asesores persiguen reforzar la imagen de Sánchez con un talante más serio y presidenciable, planteamiento que funciona por asociación, pero que no es nada inusual, si bien el nuevo inquilino de La Moncloa y sus asesores se han entregado con entusiasmo a la tarea de armar un perfil de liderazgo presidencial. Sin embargo, la estrategia de comunicación se ha encontrado con un serio revés por las críticas de lo inadecuado del tuit de la cuenta de Moncloa con una sucesión de imágenes de las manos del presidente, junto al mensaje de que sus extremidades buscan la determinación del Gobierno. 

 Otra  de las muestras de la estrategia planificada en Moncloa, con imágenes de Sánchez en el avión presidencial con las gafas de sol puestas, junto a uno de sus asesores, inundó las redes con división de opiniones. Dicen los analistas que dicha instantánea buscaba el paralelismo con Kennedy, al igual que aseveran que en comunicación política todo está inventado. Nada más lejos de la realidad. Azar, coincidencia, causalidad..no se sabe, pero lo cierto es que diecisiete años antes de la divulgación de la fotografía del presidente con sus gafas de sol, que las supongo de una conocida y valorada firma, un ex concejal popular de una barriada de mi pueblo ocupa una instantánea con gemelas lentes a las de Sánchez, publicada en las páginas de esta cabecera, si bien por razones políticas que nada tienen que ver con la proyección presidencial, aunque razones de peso. A saber. Recuperadas las fiestas de San Indalecio, patrón de la pedanía almeriense, la comisión organizadora encargó al edil engafado la elaboración y pronunciamiento del pregón festivo. 

Con entusiasmo e ilusión, el concejal se afanó en la tarea y concluyó su afectiva disertación que fue incluida en el programa de fiestas, junto a la referida fotografía en la que usaba idénticas lentes solares que las del inquilino de La Moncloa. Una vez editados los programas de San Indalecio, la hoja del pregón con la instantánea del autor no apareció por ninguna parte, dado que había sido eliminada. Según denunció el concejal popular en este diario, tan reprochable acción había sido ejecutada por instrucciones directas del alcalde de aquel entonces, a quien según el agraviado no debió gustarle  el contenido del manifiesto. 

El curioso hecho fue objeto de gran controversia en el ámbito local, y aunque no fue a mayores entre las formaciones políticas sí permitió  al ofendido edil lucir en la prensa provincial sus preciadas lentes y ser precursor de su uso como aderezo de la imagen política, aún cuando las redes no se hicieran eco.