¿Cuanto nos van a costar los votos de Esquerra Republicana y del PDyCAT que han permitido la elección de consejeros y del futuro presidente de RTVE? Porque de lo que no tengo la menor duda es que desde Esquerra y el PDYCAT han puesto precio a sus votos.
He pasado buena parte de mi vida profesional, más de treinta años, informando desde el Parlamento así que sé que los votos de la oposición nunca son gratis. No lo han sido con ningún gobierno, ya fuera del PSOE o del PP como tampoco lo fue con UCD.
La precariedad numérica del Gobierno es tan evidente que Pedro Sánchez será un rehén permanente. Ahí está Pablo Iglesias que parece ocupar el puesto de "copresidente" o los partidos independentistas frotándose las manos sabiendo que Sánchez no puede dar un paso sin ellos. Por lo pronto sabemos que Pedro Sánchez ha cumplido con el requerimiento de Esquerra que, a través de Joan Tardà, había dejado claro que para que su partido votara a favor de la elección de un nuevo presidente de RTVE el precio es que Sánchez y el presidente de la Generalitat hablen de "todo". En ese "todo" incluye la celebración de un referéndum en Cataluña.
Y Sánchez ha aceptado pagar ese primer plazo del precio. En realidad a nadie le tendría que extrañar que cuando el Presidente del Gobierno y el de la Generalitat se reúnan, este último hable de lo que le venga en gana, incluido que pueda plantear que quiere que se celebre una referéndum. Lo llamativo y revelador es que se haya cobrado un precio por algo que no lo tenía, porque es evidente que cuando dos se sientan a hablar cada interlocutor puede referirse a lo que crea oportuno. En realidad el primer plazo que se ha cobrado Esquerra ha sido una demostración de fuerza, ha enseñado músculo, dejando claro quien marca la agenda.
Y eso me lleva a preguntarme hasta dónde está dispuesto a llegar y a comprometer Pedro Sánchez con tal de que los independentistas le permitan gobernar los dos próximos años.
Es evidente que es necesario que haya diálogo entre el Gobierno de España y el gobierno autonómico de Cataluña pero ese diálogo tiene unas líneas rojas que Sánchez no puede traspasar. En realidad Sánchez no puede ofrecer nada que se salga del marco Constitucional.
En cuanto a que pueda ofrecer hacer bueno el Estatuto de Autonomía del que el Tribunal Constitucional dejó claro que algunos de sus artículos eran inconstitucionales, sería una burla al propio Tribunal Constitucional y sobre todo supondría que en política vale todo.
Eso sí, no estaría de más que los ciudadanos conozcamos de una vez por todas los compromisos del ciudadano Sánchez con los partidos independentistas porque lo que es evidente que estos no le han hecho presidente gratis, ni mucho menos dejarán de cobrarse el permitirle gobernar.
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