El laberinto del Partido Popular

Esther Esteban
00:30 • 07 jul. 2018

Hay partido y las espadas seguirán en alto hasta la celebración del Congreso. En los próximos días nada va a ser como parece. Ni la ganadora de la primera vuelta Soraya Sáenz de Santamaría puede ser finalmente las presidenta del PP, ni el segundo clasificado, Pablo Casado, va a resignarse a un papel de segundón. En cuanto a la perdedora en la clasificación, María Dolores de Cospedal que se ha quedado fuera de la carrera puede que sea quien tenga en su mano el “dedazo” definitivo, es decir conseguir a través de los compromisarios que su enemiga íntima no se lleve el gato al agua y se alce con la victoria final. Dicen que la venganza es un plato que se sirve frío y mira por donde si finalmente la Secretaría General convence a quienes le han votado a ella para que su opción sea Casado podría decir aquello que “quien ríe el último, ríe mejor”. Ahora ya no vale el argumento utilizado contra la moción de censura de Pedro Sánchez que ellos mismos han denominado “pacto de perdedores”. De hecho aunque las bases del PP dejaron claro quienes querían que fuera su líder, el modelo perverso y enrevesado de primarias ideadas para una coronación y no para una competición, puede dar la vuelta al resultado gracias a la figura del compromisario. Así pues la segunda vuelta no solo, ha revalorizado su impacto sino que será la que marque el futuro.

Nada más conocerse el resultado Pablo Casado ratificó lo previsible: que no renuncia a la batalla e hizo guiños a Cospedal. “Con ella trabajé en 2013”. Dicen que la exministra de Defensa a pesar del disgusto por su derrota y aún dejando todo abierto en la rueda de prensa tras el escrutinio, dio orden a su equipo de que el mensaje no fuera precisamente el de la equidistancia. “No hemos llegado hasta aquí para que nadie cambie”, dijo el vicesecretario general del partido en sus primeras declaraciones, tras valorar los resultados. Sus colaboradores más cercanos dan a entender que ya se ve como ganador en el Congreso del próximo de los próximos días 20 y 21 de julio y a la hora de hacer números afirman que cuenta con el 63% de los votos de todos aquellos que votaron por candidaturas distintas a la de su adversaria. “Durante nuestros años de Gobierno hemos perdido tres millones de votos. Si me he presentado es para hacer una refundación y volver a los 11 millones de votos. Hace falta un proyecto nuevo en el que no hay que hacer lo mismo con los mismos”, ha dicho por activa y por pasiva en un 'zasca' directo a su rival, Soraya Sáenz de Santamaría.






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