La ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, ha viajado este jueves a Bruselas para pedir clemencia a la Comisión Europea: no puede cumplir con el objetivo de déficit establecido en el Pacto de Estabilidad, del 2,2 %, pero puede asegurar un 2,7 % (el 2017 cerró con el 3,1 %). La diferencia entre un porcentaje y otro son 6.000 millones de euros, que falta nos hacen. Según la ministra, los Presupuestos se los han encontrado hechos y “dejan poco margen de reacción”. Si España no cumple el objetivo fijado, sea el que sea, se enfrenta a una multa de 2.000 millones de euros. Esperaremos a ver qué dice el responsable de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovivi. El déficit de 2017 situó a España en el puesto 109, de 189 países. Alcanzó los 36.233 millones de euros. Y la deuda pública, los 1.100.000 millones, que es casi el 100 % del PIB. ¿Qué quiere decir esto? Pues que las buenas intenciones del Gobierno por agradar a tanta gente chocan con un problema: la caja de caudales no está para dispendios. ¿Solución? Lo propio: hay que subir impuestos. Cuando crean una nueva figura impositiva suelen decir los ministros del ramo que la misma no va contra los ‘ciudadanos de a pie’. No es cierto: todas las subidas de impuestos al final las pagan los mismos.
Como preámbulo de su gestión tributaria –digo como preámbulo porque con esto no es suficiente-, éstos son los cambios fiscales que tiene en cartera la ministra Montero:
Impuesto de Sociedades. Ahora mismo el tipo impositivo general está en el 25 %, pero el gravamen real de las grandes empresas baja de los dos dígitos. Se va a establecer un tipo mínimo del 15 % a partir del cual no caben más deducciones. Se pueden sacar 4.000 millones.
Tasa Google. Se gravará la intermediación, los servicios y la venta de datos digitales a empresas con determinados niveles de facturación. De aquí podemos sacar 600 millones.
Impuesto a la banca. Aún no se ha aclarado si este impuesto se aplicará sobre beneficios o se gravarán las transacciones financieras. El caso es obtener 1.000 millones.
Recargo al gasoil. El diesel está condenado a desaparecer. Mientras tanto, el Gobierno pretende igualar el precio del gasóleo y la gasolina vía impuesto sobre hidrocarburos. Añadamos a la caja 600 millones.
Armonización de Sucesiones y Patrimonio. La ministra Montero siempre ha puesto el grito en el cielo por la falta de armonización de los impuestos de Patrimonio y Sucesiones y Donaciones. Ahora pretende hacerlo, y no por abajo, como quiere Madrid. Son otros 1.000 millones.
Cotización de autónomos por sus ingresos reales. El 80 % de los autónomos cotizan a la seguridad social por la base mínima. Si cotizaran según sus ingresos reales y con el mismo tope que tienen los trabajadores por cuenta ajena, el agujero de la Seguridad Social se remediaría en 6.000 millones.
Sumemos. Si estas medidas fiscales se llevaran a cabo y Europa diera el visto bueno al nuevo objetivo de déficit, en lo que resta de año (algunas medidas no tienen carácter retroactivo) podríamos disponer de hasta 10.000 millones de euros adicionales. Solo la Seguridad Social, para equilibrar sus cuentas, necesita 18.000 millones.O sea, que seguiremos informando.
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