Teresa Rodríguez gana el pulso a Pablo Iglesias

Emilio Ruiz
07:00 • 22 jul. 2018

La segunda Asamblea Ciudadana de Podemos, celebrada en febrero de 2017, conocida como Vistalegre-II, se clausuró al grito de "Unidad, unidad, unidad". Ocho mil gargantas clamaban por poner fin  a una lucha cainita entre los dos sectores más importantes del partido, los encabezados por Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. Ciertamente, pablistas y errejonistas firmaron la paz, pero se dejaron un cabo suelto: Podemos Andalucía, dominado por los Anticapitalistas. Teresa Rodríguez fue a aquel cónclave con el encargo de la asamblea regional de “alcanzar un Podemos andaluz con más autonomía política, financiera y organizativa”. Ni la escucharon. Es más, cuando se redactaron los estatutos los ‘anticapis’ observaron que el grado de centralismo de la organización sobrepasaba con creces lo acordado en Vistalegre. Para que no hubiera equívocos. La ejecutiva andaluza mostró su “indignación y malestar”, pero la cosa no fue a más. 

Teresa Rodríguez se vino de Vistalegre con el rabo entre las piernas, dicho sea de forma vulgar. Pero la gaditana tiene como lema de cabecera, desde que está en política, la máxima de Persio, de la que quiso apoderarse Cela, “Qui resistit, vincit”. Y desde aquel mismo día empezó a buscar fórmulas para llegar, por la vía de los hechos, al destino que Pablo Iglesias le negaba.  Sus aliados fueron Antonio Maíllo, coordinador de IU Andalucía, y unos cuantos andalucistas huérfanos de partido. El Partido Comunista de España dio el ok. Crearon ‘Adelante Andalucía’, algo que aún no se sabe si es una confluencia, un manifiesto, una organización, un movimiento o un partido político. Puede ser cualquiera de estas cosas, o cualquier otra, según avancen los acontecimientos. Para ver más o menos por dónde van los tiros hay que entretenerse en analizar las palabras de Enrique Santiago, secretario general del PCE: “Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo están demostrando gran altura de miras al anteponer los intereses del pueblo andaluz a cualquier interés particular. El núcleo de la confluencia andaluza es Andalucía, no Podemos, ni IU”. Interprétense estas palabras como se desee.

Viendo la bola de nieve que se les venía encima en las primarias para la Junta de Andalucía, Pablo Iglesias y Pablo Echenique han pretendido pararla creando la candidatura ‘Defender Podemos Andalucía’, avalada por un desfasado Cañamero y una voluntarista Isabel Franco. Los pablistas se han tenido que conformar con un solo voto de cada cuatro. Teresa Rodríguez se ha hecho con el primer puesto en las ocho provincias, además del segundo en siete –incluida Almería- y el tercero en seis. O sea, victoria por goleada.



Aún no se sabe cuándo convocará Susana Díaz las elecciones en Andalucía. Sean cuando fueren, Teresa Rodríguez tiene engrasados ya todos los engranajes. Incluso ha inscrito su propia Marea Andaluza en el registro estatal de partidos políticos. Pero ‘los pablos’ aún no han dicho la última palabra. Ellos, de estrategia, entienden, y lo menos que desean es oír aquella frase que la sultana Aixa dijo a su hijo Boabdil: “Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre” (¡habrá frase más machista!). O sea, que hay partido.





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