¿Y lo del Corte Inglés cómo sigue?

“Lo peor del verano en una redacción no es el calor, sino encontrar temas al margen de la playa y las vacaciones.” Todavía recuerdo esta frase, escuchada a un redactor jefe devenido posteriormente en ilusionista, cuando el arribafirmante era un joven estudiante en prácticas estivales. Las plagas de medusas, las peripecias de los desnudistas veratenses y las cifras de la Operación Paso del Estrecho, son piezas clásicas de  todos los veranos periodísticos almerienses que prueban como cierta la afirmación de mi primer jefe. Y parece que este año tenemos en la presunta despoblación comercial del centro una suerte categoría informativa que, más que un ofidio de verano, es todo un oficio de verano. Y el tema podía haber pasado como pasan las cosas en las páginas veraniegas, pero hete aquí que ha entrado la vertiente política y hemos visto al Delegado de Empleo de la Junta, Miguel Angel Tortosa, aprovechando el tema para hacer eso que, cuando se dirige a la Junta, es rápidamente definido por el obrador de confitería socialista como “confrontación innecesaria”.

Dice el señor Tortosa que la culpa de todo la tiene el Ayuntamiento, que ha abandonado el centro por desplazar la actividad comercial a otras zonas. Dejemos que los concejales del Ayuntamiento recuerden al señor Tortosa todas las iniciativas municipales para dinamizar la vida comercial del centro. Yo me limitaré a señalar la insuperable capacidad de creación de realidades paralelas de la Junta, que es la misma administración que, por ejemplo, viene bloqueando desde hace décadas la instalación de un Corte Inglés en el centro de Almería. Y digo “bloquear” porque ése -y no otro- fue el verbo que empleó el propio PSOE cuando intentó conseguir el apoyo de GIAL para pactar un alcalde socialista tras las municipales de 2007: el desbloqueo del Plan General de Ordenación Urbana y del Corte Inglés a cambio de la Alcaldía. Y puede que en las redacciones ya sea verano, pero en Almería sigue sin llegar la primavera.