Quisiera entender el enfado de Patricia por el uso de la imagen de su hijo Gabriel pidiendo justicia, junto a la de otros niños desaparecidos, por parte de un dúo musical. Y me cuesta trabajo entenderlo desde el momento en que fue ella, Patricia, la que nos hizo llorar, escribir, pedir, buscar a su hijo Gabriel en todos los rincones de nuestros corazones. Fue el llamamiento de una madre, con su cara demacrada, su bufanda azul, la que nos metió en nuestros hogares y en nuestras almas la imagen de Gabriel, su hijo. Fueron sus hermosas palabras, en medio de la desgracia, del desconsuelo, de la tragedia las que levantaron un hermoso manto de amor entre todos, almerienses o no, ante el sufrimiento de una familia. Salimos a las calles con la cara de Gabriel en las camisetas, en los corazones, en una hoja de papel a pedir que apareciera. Y lo hacíamos convencidos de lo necesario que era en ese momento dar una imagen de unión y de amor entre los ciudadanos. Y lo hacíamos ante el sufrimiento que denotaba tu rostro, Patricia, cargado de arrugas por el sufrimiento y las largas y duras horas sin descansar, sin dormir, esperando que la sonrisa de Gabriel, su luminosa mirada apareciera por la puerta de casa. Desde aquellos duros días Gabriel se convirtió un poco en el hijo de todos, en la sonrisa de todos, en la imagen a esperar cada mañana. Seguirá siendo tu hijo, Patricia, pero desde entonces también lo es un poco nuestro, de los que siguieron la tragedia junto a vosotros y de los que desde fuera lloramos por Gabriel y por su vida. Quizás por todas estas cosas no llego a entender del todo tu enfado por la foto de Gabriel en un acto que pedía justicia para tantos niños desaparecidos, maltratados, asesinados. Si te hubieran pedido permiso, Patricia ¿lo habrías dado? Y como supongo que sí lo habrías dado, cuesta entender tu reacción. ¿Solo porque no te han pedido permiso? Gabriel, tu hijo, y un poco el de todos, se ha convertido en un símbolo para millones de personas; sus ojos, su sonrisa y su bufanda serán recordados en todo el país, pero muy especialmente en su Almería. Y eso, no nos lo puedes negar, Patricia. El ‘Pescaíto’, tu hijo, se quiera o no, ya nos pertenece a todos y tendrá un lugar para el recuerdo en nuestros corazones y en esa ciudad que se puso su camiseta y salió a la calle a llorarlo.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/158146/los-padres-molestos-por-el-uso-de-una-fotografia-de-gabriel