Torrecárdenas: luces y sombras

Durante el mes de septiembre he tenido que visitarlo con frecuencia y los días y noches de permanencia son fuente de inspiración para este breve artículo que no va más allá de la crítica constructiva. En primer lugar, agradecer el trato ofrecido por el personal sanitario, desde auxiliares a médicos pasando por las enfermeras: en concreto, felicitar a todos los profesionales que prestan su servicio en la planta 4 A del Hospital porque poner en valor a la sanidad pública con su buen hacer y humanidad. Por tanto, como hemos indicado en otras ocasiones, el problema no está en el personal de Torrecárdenas que cumple con creces y le falta tiempo para atender a los pacientes ya que es mayor la demanda que la oferta (véase el caso de Urgencias donde ya no dan abasto) y además tienen que prestar labores burocráticas que disminuyen el tiempo para dedicarse a su verdadera vocación. Entonces, ¿de dónde vienen las Sombras? Pues, por ejemplo, del cierre durante los meses estivales de 180 camas en los hospitales públicos de Almería (asunto que me enerva pues está claro que la salud no se puede ir de vacaciones ni un enfermo lo es menos porque es día de fiesta o Navidad, Semana Santa…).

Las razones que da el SAS (vacaciones del personal, obras de mantenimiento o reformas y menor demanda asistencial- cuando estuvimos esperando muchas horas para que hubiera cama libre en la planta-…) no resistirían el más mínimo análisis. Lo que más me molestó fue cuando me comentaban, personal del propio Hospital, que se paliaba este déficit concertando camas en clínicas privadas de la capital. 

Otros aspectos menores pero que dañan la imagen y que no requieren mucho esfuerzo corregirlos son los derivados de la falta de recursos relacionados con, por ejemplo, la ausencia de tiritas cuando te van a sacar sangre en el ambulatorio o de bolígrafos en la 4 A  de Torrercárdenas o Enfermeras que, por no dotarlas de una simple bata, llevan un apósito para cubrir los bolsillos y extraño también que únicamente se dispone de una sola silla de baño para el paciente en toda el ala y de un material tipo cervezas Cruzcampo. 

Como ven son minucias que se pueden resolver con buena voluntad de gestión. Otras cuestiones, como las listas de espera o tiempo infinito en Urgencias, son de mayor calado y exigen otro tipo de política sanitaria. A pesar de estas Sombras no atribuibles a quienes atienden al enfermo, son más las Luces que dignifican a este macrohospital donde sus profesionales bastante hacen con sacar adelante el trabajo diario.