La “Andalucía Imparable” y todo eso

¿Recuerda usted los compromisos de la Junta de Andalucía con Almería en las elecciones autonómicas de 2015? Seguramente no. Y ni falta que hace, porque para eso ya está aquí esta columna con su indeclinable vocación de servicio público, que le aporta el dato y, por el mismo precio, le sugiere una reflexión. Verán: en 2015, Susana Díaz se presentaba como cabeza de cartel del PSOE a la reelección, anunciando la puesta en marcha en Almería del Hospital Materno Infantil y la terminación de la Autovía del Almanzora. Como ven, pocas cosas son tan irrespetuosas como la hemeroteca. En 2018, las dos obras siguen sin terminarse, pero forman parte del escaparate de ofertas que nos está mostrando otra vez Susana Díaz al presentarse a una nueva reelección. Para ello, los socialistas hablan de ese hospital y de esa autovía como si ya fueran realidades consolidadas al servicio de todos los almerienses, y no dudan en mostrarse orgullosos y satisfechos por ello. Fíjense cómo será la cosa, que decía el otro día el secretario general de los socialistas almerienses, José Luis Sánchez Teruel, que los almerienses avanzamos enormemente en cada legislatura en sanidad y comunicaciones, lo que a mi juicio supone un indicio de dificultad de comprensión lectora por parte de ST en los términos “avanzar” y “enormemente”. Por eso, cada vez que oigo a un socialista decir que Almería avanza mucho en sanidad o en comunicaciones gracias a la Junta de Andalucía, me hago esta reflexión: si en un hospital materno infantil anunciado en 2007 aún no ha podido nacer ni un solo almeriense y si una autovía anunciada en 1985 todavía no ha podido ser surcada al completo por ningún coche, a lo mejor es porque la Junta de Andalucía no sabe o no puede -no digo que no quiera- hacer bien las cosas. Y también pienso que después de 36 años a lo mejor ha llegado el momento de cambiar de partitura. Aunque no sea nada más que por estadística, va a ser muy difícil hacerlo peor con Almería.