La playa y sus aparcamientos

Si la gran Junta de Sevilla decide hacer un aparcamiento en una playa de Almería, cualquier playa, éste es: ¡Legal!, pero si lo hace un ayuntamiento o un particular en sus propios terrenos: ¡Ilegal, ilegal, ilegal! grita la Junta como una posesa. Joer con los señores de la Junta, aquí lo único ¡legal! es lo que hace ella, lo que hacen los demás es ¡ilegal! Luego se quejan de que cada día la quieren menos los almerienses, y es que no pasa un día en el que no den una oportunidad para un nuevo agravio por estas tierras. Es como si se pusieran celosos ante las osadías de los demás. No son capaces en treinta años de poner guapa a la alcazaba y sus murallas, pero cuando aparece el ayuntamiento de la capital diciendo que pase su titularidad a Almería y a los almerienses, salen diciendo que está bien donde está. Joer con los señores de la Junta, cómo se han puesto. Si se cobra por aparcar en las playas de Mónsul y Genoveses, como ha sido una decisión de los señores de la Junta, ningún reparo institucional, a rascarse el bolsillo los ciudadanos. Si lo decide Carboneras para la playa de los Muertos, Junta en contra y anuncia que la ley caerá con toda su fuerza. Cuando es a un vecino al que se le ocurre abrir una vía para llegar a Cala San Pedro ¡anatema, anatema! gritan estos señores y prohibición al canto. No son capaces ni de negociar alternativas para legalizar estos aparcamientos. Sin son buenos y solucionan problemas a los visitantes los de San José, es de suponer, sólo suponer, que lo mismo debe ocurrir con los restantes. Se nos acaba el verano y con ellos el problema, ¿pero el año que viene seguiremos igual?