Algunas de estas cuatro patas ya las conocemos, incluso diría que demasiado, otras esperan llegar al olimpo de la política el próximo dos de diciembre y nosotros ver el espectáculo político que son capaces de darnos en beneficio de Almería, si es que de verdad eso es lo que van buscando, el beneficio de los hombres y mujeres de esta esquinada tierra del sur peninsular. El más viejo de los cuatro en cuanto a estancia en el convento andaluz es el socialista José Luis Sánchez Teruel. Andalucía imparable, dicen desde los gobiernos de la Junta, pero lo cierto es que Almería no va de la misma manera, si es que es imparable el galopar de Andalucía. Le costará trabajo reconocerlo al señor Teruel, los político son así, pero tras algunos años merodeando por el poder sevillano, no vemos que haya conseguido solucionar los problemas de nuestra gente. Algún parche ha debido poner el hombre, pero en eso se ha quedado. Poca esperanza se puede tener en él. Pero ha prometido que en esta ocasión las cosas van a cambiar. ¡Santa Susana le oiga!
Cuatro años ha estado la ciudadana doña Marta Bosquet sentada al lado del señor Marín en el convento andaluz ¿haciendo qué? Tocándole las palmas a doña Susana por sevillanas trianeras con el permiso de Albert, el jefe de Cs. Todo su éxito: la rebaja del impuesto de sucesiones. ¿Ya veremos lo ocurre en la próxima? ¿Algo tangible para la provincia a defender: Agua, carreteras, agricultura, alcazaba, barracones en las escuelas, médicos en los pueblos? Se iban a comer el mundo y a cambiar la forma de hacer política.
Y llegan los nuevos. Encabezando por el PP nos vamos a encontrar con Maribel Sánchez, senadora hasta el momento, el cambio tiene su importancia, en el senado uno se esconde mejor y se notan menos las carencias o las ganas de trabajar. En el convento andaluz tendrá que dar la cara, bonita por cierto, pero se le va a exigir más, y el prestigio de Carmen Crespo está alto. Toda una incógnita futura, ya que en el senado no se la ha visto. Y por último Diego Crespo por ‘Adelante Andalucía’. Cuarenta años, Diego, llevamos diciendo Andalucía adelante, imparable, cuarta generación y no sé qué más. Y no lo vemos. Ni adelante, ni ninguno de los inventos con que los políticos nos queréis convencer. Lucía no te ha puesto el listón demasiado alto, vamos a ver tu trabajo.
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