Una de las preguntas más recurrentes en la campaña electoral es ¿por qué el PSOE gana siempre en Andalucía durante casi 40 años? Dicho de otra manera, ¿por qué el PP no consiguió la alternancia durante esos mismos años? Las respuestas son muy variadas y apuntan a la red clientelar entretejida con éxito durante un ejercicio de poder extenso en el tiempo y en todos los sectores que el PSOE ha abarcado y controlado con las consabidas prebendas, dádivas y sinecuras que han alimentado legiones de prosélitos del “progresismo” que les ha permitido a algunos aventajados, entre otras cosas, ir de putas con el dinero de la ayuda a los parados.
Como diría Sánchez Teruel, esto también hay que entenderlo como “inversiones” de la Junta de Andalucía.
El supremacista PSOE no es de estar aguantando pactos, ocurrencias, compromisos, ideas y martingalas de otras ideologías y otras costumbres que pudieran turbar y hacer peligrar el sosiego de una gleba tan servil, doméstica y conservadora que tanto ha costado estabular. Así, el PSOE ha logrado fulminar al PA. Dejó bajo mínimos a IU-CA. Y ya veremos si Cs también paga el precio de la contaminación del poder; aunque ya anuncia Juan Marín: “No descarto acuerdos puntuales con el PSOE durante la legislatura” (Diario de Sevilla). Así, Marín vaticina que Susana será la que gobierne… y Cs seguirá apoyándola. No entiendo cómo Ciudadanos se ha “tragado” el titular y no sale con el argumento de manual del bienqueda: “No descarto acuerdos puntales con el PSOE… desde el próximo gobierno liderado por Cs”. Ven la diferencia. Aquí todo tiene arreglo.
Entrar en un campeonato de ocurrencias es lo último que necesita Andalucía para salir del pozo de las regiones más atrasadas de Europa. Según vaticinan las encuestas, PSOE y Adelante Andalucía se harían con un gobierno socialista-populista-comunista-anticapitalista-anarquista-animalista. Esta nueva situación nos haría rescatar el Campeonato de Okurrencias que ya pudimos atisbar cuando IUCA gobernó con el PSOE con el balance que aún asombra al Orbe: un carril bici. Pero no olvidemos que Podemos no es IUCA. Teresa y Susana son viscerales rivales, no se soportan y se las tienen tiesas, justo lo necesario para “modernizar” Andalucía con las más inútiles, disparatadas y populistas okurrencias de la izquierda extrema. Ya saben: prohibiciones de toros, procesiones, belenes… Y saludos cordiales al Ramadán, Año Nuevo chino, mercadillos de imitaciones, inmigración ilegal y una economía basada en echar a las multinacionales, grandes centros comerciales, y fomentar la banca pública, el banco de tierras y el florecimiento socio laboral con colmados y mercerías en los barrios.
Volviendo a las preguntas de inicio. En Andalucía no se ha conocido una experiencia como es la todavía inédita alternancia, circunstancia que da lugar al fenómeno de los ciclos. Cuando el PSOE de Felipe gobernó hasta alcanzar la cumbre de la corrupción y la crisis económica, llegó el PP de Aznar y aplicó las medidas de recuperación que, como no puede ser de otra manera, incluyen sacrificios y contención del gasto. Esto significa que la derecha es más “aburrida” que una izquierda que mantiene el ritmo de la fiesta con generosas universalidades en el gasto que conduce a los deficientes ratios por habitante en salud, educación, dependencia, I+D+i, justicia...
Podemos insistir en el voto de agradecimiento providencialista para nunca salir de pobres. No olvidemos que un pueblo que mantiene un alto nivel de subsidio termina por caer en la indigencia al generar una población que no se podrá mantener a sí misma si no deja las paguicas y se pone a trabajar. Claro, también hay que generar las condiciones para fomentar el empleo, pero ya ven cómo están las facilidades y los impuestos desde el gobierno de la Junta del PSOE de Sevilla.
También podemos votar a “este” para que se joda el “otro”. Grave error. Cuando se vota así el que se perjudica más es el que vota visceral y a modo de castigo. El pretendido “castigo” se torna en profunda frustración cuando ves a quien querías castigar siendo determinante para apoyar un gobierno que jamás hubieses imaginado, y te tragas al que querías castigar y al que jamás hubieses deseado; los dos, gobernando.
Comunistas y socialistas nos pueden traer más populismo y radicalidad. Ambas formaciones compiten por quemar recursos en propaganda y espejismos, sin olvidar un recrudecimiento de la revancha guerracivilista, único argumento que mantiene activo el frentismo, junto a la lucha contra la Iglesia católica, la unidad nacional, el idioma, el éxito empresarial, el mérito.
Por otro lado, está la posibilidad de otorgar una oportunidad al cambio que dé paso a un nuevo ciclo. Nunca será posible salir del pozo de las regiones más atrasadas con el mismo partido -y ayudantes- que se mantuvo haciendo lo mismo ininterrumpidamente durante 36 años. Evidentemente, las posibilidades se centran en un bloque que podría estar compuesto por partidos que, a diferencia del social comunismo, pretenden poner orden donde hay desorden y generar riqueza donde hay miserable subsidio y ofensiva mamandurria.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/163021/la-que-nos-espera
Temas relacionados
-
Contaminación
-
PP
-
I+D+i
-
PSOE
-
Carril bici
-
Corrupción
-
Inmigración
-
Crisis económica
-
Andalucía
-
Toros
-
Salud
-
Impuestos
-
Juan Marín