La decadencia del PSOE

Fermín Bocos
23:54 • 07 dic. 2018 / actualizado a las 07:00 • 08 dic. 2018

Como si la cosa no fuera con él Pedro Sánchez señala a Susana Díaz como única responsable del hundimiento del PSOE andaluz y la todavía presidenta -incapaz, a su vez, de reflexionar sobre las causas de la "dulce derrota"-, insiste en hablar de Vox. Cómo sí 36 años de gobierno y prácticas clientelares no les hubieran pasado factura en forma de pérdida cerca de cuatrocientos mil votos. Por no hablar de los que han votado a otros partidos como repudio a la política conciliadora con los separatistas catalanes que impulsa el Gobierno que preside Sánchez. 


La inopinada irrupción de Vox en el panorama político andaluz y por ende en el resto de España tiene claves propias pero ninguna de ellas puede redimir al PSOE andaluz de sus responsabilidades políticas y sociales. Tener la mayor tasa de desempleo de España ( 837.500) debería haber invitado a la señora Díaz a un mínimo de autocrítica. Por no hablar de las carencias en sanidad y educación. En términos sociológicos 36 años es toda una generación. Tiempo más que suficiente para encarrilar los problemas. Los reales, los que afectan a la gente. La crisis económica que ha dejado temblando a las clases medias. Que cerca de un millón de andaluces se encuentren el umbral de la exclusión social no fue motivo de preocupación para los dirigentes socialistas a lo largo de la campaña electoral. La banalidad de los argumentos empleados en los mítines y debates invitaba al sonrojo. Tan preocupada estaba Susana Díaz por reivindicar el buen acento andaluz que se olvidó de decirles a los andaluces por qué no había dado prioridad a las partidas económicas que habrían permitido paliar las carencias del Servicio Andaluz de Salud, desbordado como está desde hace años por falta de inversiones y contratación de médicos y demás personal sanitario. Estaba la señora Díaz tan preocupada alertando sobre Vox y las demás derechas que se olvidó de decir que Andalucía como puerta de Europa para los emigrantes que proceden de África no puede asumir en solitario la continua llegada de pateras a sus costas. Estuvo, en fin, el presidente del Gobierno tan poco implicado en la campaña que parecía que aguardaba la derrota de su principal rival en el partido olvidando que la presumible defección de sus votantes anunciaba el hundimiento de un partido del que es el secretario general. Ni una palabra de autocrítica. Así les va. Miran para otra parte sin percatarse de que lo ocurrido en Andalucía contiene, por decirlo así, elementos, proféticos que permiten avizorar que algo similar podría acontecer en España así que los ciudadanos tengan la oportunidad de votar. Por eso Sánchez se resiste a convocar elecciones.






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