Las derrotas del PP y PSOE con nombre de mujer: Gracia y Rosalía

Juan Torrijos
14:00 • 17 dic. 2018

La derrota de la mujer Partido Popular, Rosalía Espinosa, estaba cantada en todas las lenguas habidas y por haber. Las diferencias con la dirección del PP provincial, Gabriel Amat y Javier Aureliano, condenaban a la ejidense a un lugar de remota posibilidad de salida, tan remota se antojaba, que se era consciente dentro y fuera del PP de lo poco o nada que tenía que hacer Rosalía para conservar un escaño en el Parlamento andaluz. No era el caso de la todopoderosa delegada de la Junta en Almería, doña Gracia Fernández, se daba como realidad indiscutible en la dirección provincial del partido socialista que el cuarto puesto estaba seguro. La popular se quedó compuesta y fuera del escaño, la socialista no la quiso dejar sola y por el mismo camino discurrió, dejó la delegación y no consiguió el escaño. En el caso de la popular se puede hablar de la clara intención de la dirección provincial para dejarla fuera, en el de la socialista la dirección provincial jugó con prepotencia, se le subieron los humos a Teruel y hubo humo, pero negro para la señora Fernández el domingo dos de diciembre. En estos momentos de pactos las dos pueden tener esperanzas de no tener que dejar la política activa, pero al final la premiada sólo podrá ser una. A Rosalía la espera su despacho de abogada en El Ejido, a Gracia su consulta médica ¿era en Gádor? Rosalía, si Moreno logra que el PP toque poder en Andalucía, que parece lo más probable, puede tener la posibilidad de lograr cargo juntero en la provincia. ¿El que ha tenido doña Gracia en los últimos años? Y por qué no. Habrá que estar atento a las reuniones-comidas de Gabriel Amat y a la fuerza que Juanma pueda imponer de cara a su futuro equipo de trabajo. A doña Gracia se le ve más cerca de sus enfermos, y con alguna ventaja, deben saber que pasados dos años en un cargo político juntero se consolidan beneficios, por lo que el sueldo como profesional de la medicina de la señora Fernández se va a ver muy incrementado, al nivel de director general como mínimo. Tampoco podrá llorar con un ojo en lo económico. Pero ello no les quita a ninguna de las dos, Gracia y Rosalía, el doloroso trance una noche que les costará olvidar, la del pasado dos de diciembre. Las caras eran el espejo de una ilusión destrozada por la realidad que reflejaban los votos.






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