Seguramente muchos probables votantes de Ciudadanos se sentirán un poco más tranquilos después de que los dirigentes del partido naranja quieran poner freno al entusiasmo del PP por entenderse con VOX. Y es que los populares no manifiestan ningún resquemor siquiera a asociarse con VOX. Pero Rivera y los suyos han decidido poner el pie en el freno e intentar convencer a Susana Díaz que se abstenga para facilitar la formación de un gobierno en el que ella no estará. Una pretensión difícil porque los socialistas prefieren que Ciudadanos se tenga que enfrentar a la contradicción de apoyar un gobierno del PP también apoyado por Vox.
Pero mientras tanto desde Ciudadanos quieren dar señales de que no se van a alejar del espacio de centro. Otro ejemplo es que Juan Carlos Girauta, portavoz parlamentario de este partido, haya asegurado que cuando se celebren las elecciones autonómicas, municipales y generales, su intención es pactar con partidos constitucionalistas y eso alcanza lo mismo al PP que al PSOE. Eso sí, Girauta no ha podido obviar la salvedad de Andalucía porque considera que después de casi cuarenta años de gobierno socialista es hora del cambio aunque no vaya a ser que al final ese cambio suponga que el próximo gobierno andaluz cuente con el respaldo de VOX.
Me parece a mi que los dirigentes de Ciudadanos empiezan a darse cuenta de que sus votantes actuales y los que quieran tener en el futuro no pasan por verles del brazo con VOX. De ahí que Girauta haya querido aclarar que la política de pactos de Ciudadanos seguirá siendo la de "acuerdos variables", es decir que en algunos sitios pactarán con el PSOE y en otros con el PP, pero no con VOX.
Luego ya se sabe que del dicho al hecho media un abismo pero al menos sirva este compromiso para tranquilizar a los votantes de centro que tenían en Ciudadanos el partido a quien votar.
Lo cierto es que a nuestro país le viene bien tener un partido centrista, capaz de entenderse a derecha e izquierda, por más que lógicamente Ciudadanos no aspire a desempeñar eternamente ese papel sino a ser ellos los primeros, es decir a gobernar.
En cualquier caso la pretendida excepcionalidad de Andalucía coloca en una situación difícil a Ciudadanos porque si a la postre se forma un gobierno bajos los auspicios de VOX sin duda eso hará que muchos votantes centristas se lo piensen dos veces antes de confiarles el voto.
Tampoco hay que echar en saco roto que en una parte de ese electorado centrista pueda estar haciendo mella la propaganda de socialistas y podemitas calificando a Ciudadanos como partido muy pero que muy de derechas.
Los dirigentes de Ciudadanos van a tener que hacer mucha pedagogía para que los votantes se crean que efectivamente no van a pactar en el futuro con VOX.
Lo cierto es que si Ciudadanos se mueve del centro saldrá perdiendo.
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