El adiós de Merkel

Fermín Bocos
14:00 • 02 ene. 2019

Sin Ángela Merkel al volante pero con el “Brexit” en puertas y con Donald Trump y Vladimir Putín circulando en dirección contraria el año que estrenamos va a poner a prueba la solidez de la Unión Europea. La canciller que se despide ha sido pieza clave en la política y en los acuerdos que han permitido mantener el rumbo de la Unión pese a los problemas que se derivan de la salida del Reino Unido y a pesar ,también, de las tensiones que crean los partidos populistas -euroescépticos y en algunos casos xenófobos- que se han hecho con el poder en Italia. Austria, Hungría o Polonia. 


Por no hablar del crecimiento de este mismo tipo de organizaciones políticas en Francia, Holanda y de manera particularmente inquietante, también en Alemania. Ángela Merkel se va en un momento crucial. Quizás el peor por el que atraviesa la UE desde la crisis económica y la llegada masiva de refugiados que huían de la guerra de Siria. La canciller apostó por acoger al grueso de la avalancha de emigrantes creándose muchos enemigos políticos en Alemania. De hecho AfD, el partido de la extrema derecha que ha entrado con fuerza en algunos de los parlamentos regionales y en el propio Bundestag (91 escaños) encontró en el rechazo de una parte de la población a los emigrantes su mejor caldo de cultivo. Algo parecido aunque con connotaciones propias pasó también en Italia.  En este caso con el agravante de que la Lega


Norte, un partido xenófobo y muy crítico con la UE forma parte del Gobierno de Roma. Merkel se va y en cierto modo deja solo a Emmanuel Macron como principal paladín de la Unión. Un paladín debilitado políticamente en razón de la crisis por la que atraviesa Francia a raíz de la potente contestación social provocada por algunas de sus reformas. La revuelta de los “chalecos amarillos” ha puesto en evidencia la orfandad política de un presidente que pese a contar con mayoría en la Asamblea Nacional, paradójicamente, no tiene detrás un partido político en el que apoyarse. Si anotamos que la salida del Reino Unido tiene fecha (30 de marzo), pero Londres todavía no ha resuelto como aplicar el “Brexit”, se podría concluir que en este año que empieza será puesta a prueba la solidez del pacto político entre los países que forman la Unión Europea. Ni Trump en Washington, ni Putin en Moscú derramarían una lagrima sí la Europa unida actual se fuera a pique. Eso no pasará, pero con Merkel al timón el rumbo estaba asegurado. Ahora que nos deja, todo serán problemas. Pronto la echaremos de menos.






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