A algunos sólo el deseo de que sea mejor, y que como mensaje desde aquí les dejamos lleno de esperanza a todos los ciudadanos. Otros se pueden asomar al abismo de la incertidumbre ante lo que el año les trae de la mano. Es el caso por ejemplo de los trabajadores de Cemex, la cementera de Gádor. Recuerdan lo que nos decían los políticos y sindicatos, que en el pasado diciembre las negociaciones encontrarían una solución a estas familias. Faltando unas horas para que llegara el 19 les dijeron que el ERE de la Cemex se pone en marcha en este enero, para el 14 más o menos, y que se han estudiado seis proyectos industriales para zona de Gádor. Los políticos se pidieron unos días para la campaña a las andaluzas, Susana no quería que se le cerrara Cemex durante la misma y se entiende, no le venía nada bien, había que ganar tiempo y, tras el resultado del dos de diciembre nos llega la gran noticia: Cemex inicia su ERE y los trabajadores a la jubilación y con ello se cierra la posibilidad de que otros encuentren un puesto de trabajo. Eso sí, las grandes mentes reunidas en Madrid han encontrado seis proyectos para industrializar Gádor. Y a la espera estamos de conocerlos y saber de sus reales posibilidades. Los famosos “polos de desarrollo” (se acuerdan) instituidos desde el poder, no han dado casi nunca los resultados que se habían prometido. Esperemos que en Gádor se viva la excepción, pero mucho nos tememos que nos vamos a equivocar y no nos gustaría que así fuera.
Uno de los proyectos de los que se habla es de una empresa dedicada a fabricar unos “bragueros” especiales para los señores políticos, asesores y allegados, que según se quejan andan los pobres muy cansados de tanto como les hacemos trabajar los ciudadanos. No sé lo que pensarán ustedes, señores lectores, pero una empresa de “bragueros” dedicada a los políticos y sus asesores puede ser todo un éxito para la provincia de Almería. Con los miles y miles de cansados políticos que hay en el país, el futuro de la provincia pasa por los “bragueros”. Sonrisas fuera y cuenten, en serio, qué tienen pensado para el futuro de esas familias de Gádor. No nos hagan creer, y es lo que nos tememos por estos andurriales, que cerraran Cemex, los trabajadores prejubilados y los seis proyectos dormirán en el cajón de sastre de la política.
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