Hoy, la poesía se ha quedado huérfana, en Almería y más allá de nuestro mar y de nuestro desierto. Pilar Quirosa-Cheyrouze, mujer de luz, ya no estás entre nosotros. Han sido muchos los momentos que hemos pasado juntas, han sido muchos las confidencias, los proyectos y las risas. Más de una vez te he contado mis inquietudes acerca de la literatura y siempre como una sabia amiga me has aconsejado en este arduo camino que es el de la escritura. Lo importante es seguir trabajando. Hoy es un día triste para las letras almerienses, una estrella se va a su cielo, la estrella de Orión te espera seguro, brillando enteramente para ti. No son buenas las nostalgias y como siempre has sido una persona optimista y alegre no voy a escribirte con palabras tristes. Hoy he pasado por la puerta de tu casa y he pensado en ti. ¿Recuerdas el unicornio violeta? A veces vemos las fotos en casa y siempre es una alegría recordarte. Pilar, te voy a echar de menos, has sido una verdadera amiga para mi y para muchas personas. Al final no vas a poder corregir El libro de las variaciones que tanta ilusión nos hacía. En él copié ésta carta tuya, es la primera crítica que hiciste de mi libro Poemas 2006-2016:
“Querida Virginia dijiste:
Sin duda... un canto a la vida. Me he sumergido por tus mundos, y he compartido versos eternos….Me siento identificada con muchos poemas, ya te dije, y me conmueven muchos de sus pasajes. Son fogonazos de luz y de vida, más allá de la verdad y la melancolía. Lirismo y hondura. La naturaleza y tú. Tú y la vida. Con el poema de Avenida Madrid haces que me sienta muy cercana. Siempre he vivido aquí, desde que llegué en 1969, excepto los dos últimos años de la carrera en Granada. Uno de mis libros sabes que se llama así, 'Avenida Madrid', y a él le entregué todos mis recuerdos, las sensaciones a través de aquellas páginas, que era como un diario, meses de aquel año.
Besos y bibes.
Pilar”
Tan querida y llorada amiga, Edith Södergran (1892-1923), la fabulosa poeta nacida en San Petersburgo, en poemas llenos de sensibilidad, ha escrito bellos poemas sobre la muerte de su hermana. Me han emocionado mucho. A veces, un poema sólo se siente desde el dolor propio, y ahora muchas imágenes me invaden el alma. Entiendo y siento tan cercana a Södegran, pero solo mis propias palabras hablaran de mi dolor:
La nieve cubrirá con su manto
la tierra donde yace una estrella.
Los abedules en primavera susurrarán al viento
palabras de amor,
y me preguntaré ¿Serás tú?
Has sido el alma de la poesía femenina, digo sencillamente de la poesía, en estos tiempos turbios. Tu obra dilatada en verso y en prosa es una bella y elevada herencia que nos dejas. Más que lágrimas, hoy mereces abrazos y agradecimientos. Las lágrimas nos vencen y muy a pesar nuestro corren desde el dolor, sabiendo que nacemos y todos un día moriremos, pero, tan querida Pilar ¿Cómo consolarme de tu pérdida, del vacío que dejas en nuestras vidas?
Hasta siempre, amiga.
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