¿Dónde estabais entonces?

Un apunte más sobre la insólita campaña de agitación preventiva con la que el PSOE, con despliegue de guaguas y pancartas, está recibiendo al nuevo gobierno PP-CS para la Junta de Andalucía. Y es que estamos asistiendo a la sobreactuación de un colectivo cuya indignación ética funciona con reflejos condicionados, como las glándulas salivares de los famosos perros del profesor Paulov. El PSOE toca el silbato y ellas y ellos van corriendo a alterarse. Pero habría que preguntarse dónde estaban todas esas voces defensoras de los derechos y dignidades de la mujer cuando, por ejemplo, pudimos conocer que altos cargos de la Junta eran clientes habituales de clubes de alterne donde se prostituían mujeres. No recuerdo que se produjeran concentraciones de repulsa en la puerta de la Junta de Andalucía deplorando la intolerable cosificación de la mujer que supone la compraventa de sexo. Tampoco recuerdo haber visto reacciones de airada dignidad cuando escuchamos a la actual Ministra de Justicia, Dolores Delgado, absteniéndose de intervenir cuando un amigo que la grababa -menudo perla- le anunciaba su intención de prostituir a mujeres para obtener información de políticos y empresarios. “Exito asegurado”, auguró la ministra socialista antes de seguir comiendo como si tal cosa. Entonces tampoco se fletaron autobuses para montar certámenes de coros y danzas. Finalmente, no puedo dejar de destacar el insólito desacuerdo que Susana Díaz tiene consigo misma porque, como oportunamente se ha recordado estos días, cuando Podemos invitó a rodear el Congreso, la entonces aspirante a Secretaria General del PSOE, deploró sin ambages y con templados razonamientos semejante pellejería. Exactamente la misma pellejería que ahora ha ordenado perpetrar a su fiel infantería en cuanto se ha visto fuera de San Telmo, quizás para lanzar una advertencia a quien, en un futuro no muy lejano, quiera ponerle las maletas en la puerta de la casa del pueblo.