Podemos, el movimiento que hace cinco años irrumpió en la política española con la pretensión de "asaltar los cielos" y acabar con la clase política a la que despectivamente tildaban de "casta", atraviesa por una crisis poco menos que existencial. La lucha de poder entablada entre dos de sus fundadores, Pablo Iglesias e Iñigo Errejón, es la expresión de males de fondo de superior calado y va más allá de la ruptura personal entre quienes eran amigos hasta que la política les convirtió en competidores. A lo largo de estos años Iglesias no ha cejado hasta convertir el movimiento asambleario surgido del 15M en una organización con estructura y funcionamiento piramidal. Una organización similar a los partidos comunistas clásicos cuya norma áurea gira en torno al culto a la personalidad del líder. En el caso de Iglesias un liderazgo excluyente que no admite errores y lleva mal las discrepancias. Siempre se ha negado a admitir que fue un error no apoyar a Pedro Sánchez en 2016 cuando votó junto al PP en contra de su candidatura a la Presidencia del Gobierno. Creyó que podía dar el "sorpasso" arrebatando al PSOE la cabecera de la izquierda. No lo consiguió. Error fue, también, apoyar a los separatistas catalanes cuando apostaron por celebrar un referéndum ilegal. De hecho Iglesias mantiene esa misma estrategia, de manera que cuando un error se repite deja de serlo y se convierte en una opción. Podemos ha pagado con pérdida cuantiosa de votos en las recientes elecciones andaluzas. Dentro de Podemos Iglesias ha ido perdiendo apoyos y autoridad moral. El episodio de la compra del chalé que en un acto de narcisismo difícil de explicar sometió a consulta entre los inscritos avergonzó a muchos. Y fue labrando descrédito. Otro tanto sucedió al desplazar a Errejón de portavoz en el Congreso para nombrar a Irene Montero. A lo largo de estos años fueron extrañados cuantos no compartían sus criterios. Pero Íñigo Errejón, uno de esos disidentes, le ha salido respondón. En vez de arrugarse o dar un paso al lado como hizo en su día Carolina Bescansa, ha trabajado una alianza con Manuela Carmena de cara a las elecciones de mayo. La alcaldesa de Madrid es una figura intocable para la parroquia de izquierdas y a la que Iglesias no se atreve a criticar. Por eso Podemos que en un primer momento anunció que presentaría una lista alternativa a la de Carmena, ahora rectifica y por boca de Montero anuncia que no presentará lista propia a la alcaldía de la capital. El llamado Consejo Ciudadano Estatal de Podemos se reúne este miércoles. Sobre el papel para decidir qué estrategia va a seguir la organización ante los diversos conflictos que tiene abiertos y visto el declive en votos que pronostican las encuestas. Más que una asamblea, la reunión tiene aires de funeral.
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