Robar y repartir

Hemos podido ver en la gran pantalla muchas representaciones de ese mito del folclore inglés medieval que vivía en el Bosque Sherwood, un héroe que robaba a los ricos para repartírselo a los pobres. Entre otros, Douglas Fairsbanks, Sean Connery, Kevin Costner o Russell Crowe han interpretado a un Robin Hood que vivía al margen de esa ley impuesta por quienes acaparaban ilegítimamente los bienes de los que se oponían a ellos.

Hoy en Andalucía tratan de imitar a Robin pero a la inversa, roban a los pobres para dárselo a los ricos. Y es que han eliminado el impuesto de sucesiones que sólo pagaban herederos de más de 1 M€/persona y, para rellenar este hueco en los ingresos con el que contratar a 2.000 profesores o sanitarios, se desprenden del patrimonio de todos, el suelo público, para dárselo a los que más tienen, los suyos. También han dejado claro su modelo de financiación público-privada, la que se lo quita a lo que es de todos para que lo gestionen los suyos, como en Madrid, que ha dado pie a tantos casos de corrupción; además vuelven a beneficiar a las grandes farmacéuticas eliminando la subasta de medicamentos, única en toda España y que nos llevó a un gran ahorro, pero dicen que la subasta no es buena porque no la ha realizado ninguna comunidad más. Nuestros jóvenes universitarios deben entonces echarse a temblar, porque la bonificación de matrículas solo se puso en marcha en Andalucía por el PSOE.

Así como recuerdo a Hood entrenando a su gente para mejorar el tiro con arco, el tridente neoliberal de la derecha en Andalucía no necesita entrenar, son como son desde el principio de los tiempos, a aquellos a los que quieren volver.

Hoy no hace falta templar el metal para puntas de flecha, el arma más poderosa es la reivindicación en la calle y en las urnas. Robin Hood convence a los suyos en el bosque diciéndoles que “un hombre libre que defiende su hogar es más poderoso que diez soldados a sueldo”, nosotros tenemos la oportunidad de defender el nuestro en las elecciones de mayo. No dejes entonces de nuevo que otros decidan por ti.